Este joven de origen irlandés aprendió una muy buena lección durante sus últimas vacaciones en Sudáfrica.

Máirtín Farragher, que así se llama el chico, se fue a pasar unos días de descanso a Sudáfrica. Allí, animado por sus acompañantes, se decidió a participar en una jornada de puenting enmarcada en un entorno excepcional. Hasta aquí todo bien. Decidido, sin titubeos, Farragher saltó hacia el vacío sin darse cuenta que había olvidado un pequeño detalle.

Con el vaivén provocado por la inercia del salto y con nuestro protagonista boca abajo, la pifia estaba a punto de llegar. Y es que Máirtín había olvidado vaciar los bolsillos de su pantalón antes de hacer el salto y la gravedad no perdonó. Su smartphone acabó en el fondo del cañón.