Donald Trump lo ha vuelto a intentar. El Presidente de EEUU se reunió ayer con los máximos responsables de 18 de las mayores tecnológicas del país, entre ellas Apple, Microsoft, Amazon o IBM. Se trata del primer encuentro del conocido como American Technology Council, creado el pasado mayo por Trump bajo el impulso de la Oficina de la Casa Blanca para la Innovación, liderada por Jared Kushner, el yerno del presidente.
La diea de esta Oficina es llevar todos los sitemas, infraestructura tecnológica, páginas web y aplicaciones del Gobierno estadounidense al mismo nivel de excelencia que el de las principales firmas tecnológicas del país. El problema es que las relaciones de Trump con el sector tecnológico no atraviesan su mejor momento. Y la situación se puede leer perfectamente en el gesto serio y preocupado de muchos de los asistentes. Y en las ausencias.
Hubo desplantes notables, como el de Mark Zuckerberg, creador de Facebook, o el de Elon Musk, que ni siquiera estaba en la lista de 18 invitados. El creador de Tesla y SpaceX decidió abandonar su puesto como asesor de la Casa Blanca tras la decisión de Trump de abandonar el Acuerdo de París. Ayer, igual que hace unos meses, las caras largas y las ausencias marcaron la reunión de Trump con la élite tecnológica.