En mayo de 2017, yihadistas vinculados al Estado Islámico se hicieron con el control de la ciudad de Marawi, en la isla filipina de Mindanao. La batalla entre los militantes islamistas y las fuerzas de seguridad filipinas duró casi medio año, y se saldó con la derrota del ISIS. Pero hasta ahora, los residentes de la localidad no han podido empezar a regresar a sus hogares.