El nuevo Skoda Fabia, un ratón por la ciudad (de bajo consumo)
Con menos de 4 litros y corazón de Seat y Volkswagen, la marca de la República Checa ha lanzado el Fabia para una vida entre semáforos,
Gracias las posibilidades de personalización que ofrece Skoda, este Fabia puede ser un coche muy llamativo. La mejor prueba es nuestra unidad de pruebas, con un color verde poco discreto y con llantas negras.
Es una constante en los modelos de Skoda. Cada detalle se ha cuidado al máximo y con detalles de coste muy bajo se dan soluciones muy buenas a los problemas habituales.
No se pueden pedir milagros en un coche de cuatro metros, pero las plazas traseras son bastante buenas, con un espacio razonable para las piernas.
El cuadro de instrumentos consigue su objetivo fundamental, el de ser muy fácilmente legible. La información disponible no es excesiva, pero un simple vistazo nos pone al día de todo.
La carrocería ha sido muy bien aprovechada en el Fabia. Para ello, se han posicionado las ruedas lo más cerca de los extremos, para con ello lograr la mejor habitabilidad.
Tanto en el uso urbano como en zonas interurbanas, este Fabia 1.4 TDi se mueve con una gran agilidad gracias al cambio DSG. Con un cambio de doble embrague así, pensar en un manual es un atraso.
Tiene una capacidad de 330 litros, pero resulta bastante útil de cargar. La pieza plástica que ven se ajusta en el paso de rueda y permite llevar botellas u otros objetos separados.
Gracias a la incorporación de unas suspensiones bastante firmes ofrece un muy buen comportamiento en carretera, incluso en zonas viradas, pero sin renunciar al confort de marcha.
En el Fabia encontramos materiales duros y robustos pero de buena calidad. En nuestro caso incorporaba como opción unos asientos con un acabado muy elegante.
Con menos de 4 litros y corazón de Seat y Volkswagen, la marca de la República Checa ha lanzado el Fabia para una vida entre semáforos, pasos de cebra y las calles de una gran o pequeña ciudad.
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