Nueva York es de color amarillo, rosa, rojo y azul. Tan brillante como los neones que iluminan la ciudad que nunca duerme. Esa donde conviven los elefantes del circo con los 'brokers' de Wall Street, las pin up que animaron el ecuador del siglo pasado con las tragaperras y los sombreros de cowboy.

Marvin E. Newman, conocido como el fotógrafo desconocido de Nueva York, utilizó el color para retratar la ciudad en todo su esplendor. De Times Square a Wall Street, sus imágenes capturan el caos, los contrastes y la teatralidad de una ciudad a la que no dejó de mirar. El Nueva York más enérgico convive con sus moradores y sus lugares emblemáticos, pero también con los burdeles de Reno (Nevada), Las Vegas, Chicago o Alaska.

Taschen reúne ahora 170 de sus fotografías tomadas entre los años cuarenta y ochenta en la primera monografía (en edición coleccionista) de un fotógrafo que, conocido dentro del circuito de coleccionistas y elogiado por instituciones como el MoMA o el International Photography Center, poco a poco está adquiriendo por parte del gran público un merecido reconocimiento.