Desde que naciera Fantomah, de la mano de Fletcher Hank, y Wonder Woman, de la de William Moulton Martson y Harry G. Peter, en 1940, las mujeres se han abierto su hueco en el mundo del cómic tanto dentro como fuera de sus páginas. Desde la "abuela" Wonder Woman hasta Power Girl, la Viuda Negra, Tormenta, Batgirl, Elektra, Hulka o Supergirl. Tampoco falta la presencia de superpoderosas como Faith o las creadas por autores españoles, como Estigma.

Pero no son sólo ellas las protagonistas sino también las mujeres -dibujantes y guionistas- que, paso a paso, han ido conquistando su espacio en la industria del cómica. A pioneras como Ramona Fradon o Marie Severin se unen Natacha Bustos, Emma Ríos, Amanda Conner, Ann Nocenti o Jo Duffy.

El cómic es un género cada vez más femenino, ya sea por convicción igualitaria o por rendimiento económico. "Lo cierto es que en cuatro años ha cambiado mucho y las mujeres han pasado de estar discriminadas a ser un nuevo mercado", contaba Emma Ríos, la primera española fichada por Marvel, a El Confidencial hace dos años. 

Elisa McCausland, periodista y crítica especializada en cómic y cultura popular, añadía en esa misma ocasión: "De un par de años a esta parte, Marvel y DC están pidiendo una mayor diversidad y representación en los cómics de superhéroes. En este contexto, tiene un sentido de marca y en el hecho de buscar otros puntos de vista. No es algo que responda tanto a un sesgo de género sino a que se está llevando a cabo una política activa de lanzamientos de cómics protagonizados por mujeres. Lo que hay que ver es cuánto aguantan".