¿Quién no se ha quedado alguna vez hipnotizado frente a un puesto de palomitas viendo cómo el maíz cambia de forma en cuestión de segundos? Pues hoy os proponemos ver cómo se fabrican, de forma industrial, este delicioso aperitivo que lleva media vida seduciendo a los espectadores de las salas de cine de medio mundo.

Hormigoneras, palas, sacos... podría parecer que estamos en un espacio dedicado a la construcción, pero una freidora (tamaño XXL) nos pone en situación. El primero de los operarios es el encargado de lanzar los granos de maíz al aceite donde en un visto y no visto se convierten en palomitas. De ahí, después de reposar un rato, estas son introducidas en una máquina mezcladora en la que se les retira el sobrante de aceite y se les pone el condimento deseado, ya sea una pizca de sal o algún tipo de caramelo. Y por último, se pasan a los envases de plástico en los que serán trasladadas.  

No estamos muy seguros de que estas instalaciones cumplan a rajatabla las medidas higiénicas necesarias, pero lo cierto es que estos trabajadores lo tienen muy bien montado y la producción en cadena dominada.