El 16 de abril de 2014, a 2 kilómetros de la isla surcoreana de Byungpong, se hundía el Sewol, un ferry que transportaba 475 personas. De todos ellos, 330 eran estudiantes de secundaria en una excursión escolar. A unas tres horas de su destino, el barco envió un mensaje de emergencia. El número final de víctimas ascendió a 304 personas.
Una investigación posterior reveló que el barco portaba una carga que triplicaba el máximo permitido, y que había sido sometido a una modificación ilegal para aumentar su capacidad que alteró su estabilidad. En un momento del viaje, al dar un brusco viraje, el ferry dio un bandazo, se desestabilizó y volcó.
Esta semana han comenzado las tareas de recuperación del barco, que lleva desde entonces bajo el agua a 44 metros de profundidad. Utilizando 66 elevadores hidráulicos se espera elevar el casco hasta 13 metros sobre el mar, y colocarlo en una plataforma semisumergible. Esta operación durará hasta este viernes. Después será transportado a un puerto cercano, algo que podría llevar un par de semanas.