Con motores diésel, eléctricos o de vapor, impulsados por el sol o por el viento... existen tantos récords de velocidad como tipos de vehículos ha sido el hombre capaz de idear y construir.
Esta semana, el Aerovelo Eta, una peculiar bicicleta con forma de huevo, batía el récord de velocidad de un dispositivo con impulso humano, al ponerse a unos impresionantes 142 kilómetros por hora. Su diseño, basado en la eficiencia, tienen en cuenta la dinámica de fluidos y las técnicas de aerodinámica y así ha conseguido un rozamiento 100 veces menor que los vehículos más eficientes, según sus fabricantes.
Su sistema de impulso también está diseñado específicamente para el Eta: el ciclista se 'cuelga' bajo la bici y está perfectamente adaptado para que cada impulso del ciclista se transforme en velocidad. Los neumáticos están hechos a mano, y las ruedas son lo más grandes posible para que la conducción sea más sencilla y la resistencia al rodar disminuya.