En diciembre se cumpliran veinticinco años de la desaparición de la Unión Soviética, pero gran parte de su tecnología militar todavía sigue en activo bajo la bandera del ejército ruso o de otros cuerpos armados del planeta.
Algunos de los diseños soviéticos han tenido un impacto tal que se han convertido en enseñas nacionales, como fue el caso del AK-47, que apareció en la bandera de Mozambique a partir de 1983.
Pero no todo son glorias pasadas. El ejército ruso no ha cesado en el empeño de mejorar su tecnología para estar a la altura de la potencia mundial a la que representa.