'El Gran Robo de la Democracia'

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"La idea surgió de la rabia". Al igual que sus ilustraciones, todas las palabras con las que el ilustrador Daniel S.Arranz responde a las preguntas sobre su serie 'Grand Theft Democracy' rezuman protesta y contundencia: "Siempre es algo triste reconocerlo, pero es la verdad. Miro a mi alrededor y veo que muchas de las cosas con las que he crecido y que han hecho sentirme orgulloso de mi país, se están tambaleando. Algunas de esas cosas han cambiado por culpa de la crisis. Pero también creo que la “crisis” se ha convertido en el escudo perfecto bajo el que justificar la comercialización de nuestros derechos. Así que llegó el momento en el que comprendí que, o me ponía a dibujar mi descontento, o me saldría una úlcera. De ahí salen estos dibujos."

Imitando la estética de un conocido videojuego, y haciendo un guiño a su nombre, S.Arranz no duda en cargar sus tintas de política, y de crítica mordaz. "¡Pam! Me vinieron a la mente las imágenes con las que la saga del videojuego 'Grand Theft Auto' presenta a sus protagonistas (todos ellos peligrosos criminales) y pensé que podría hacer algo similar con los políticos, como si ellos fueran las estrellas de 'El Gran Robo de la Democracia'.

"Hay una parte del pueblo que sabe perfectamente lo que se está haciendo. Que somos miles -e incluso millones- los que estamos atónitos ante la impunidad con la que se está desvalijando el país. Y es importante dejar constancia de ello porque la memoria es extremadamente frágil. Estamos tan saturados por el exceso de información que no nos paramos a pensar que, incluso dejando de lado todo lo demás, solo el hecho de que un presidente del gobierno responda vía SMS a un sospechoso amigo suyo (al que se le han descubierto millones de euros ocultos en Suiza y que se encargaba de la contabilidad de su partido): “Tranquilo, estamos haciendo todo lo que podemos”; eso y sólo eso, ya debería ser más que suficiente para que el pueblo le obligase a dimitir. Sin embargo no es así. Y por eso, con estos dibujos, reclamo el derecho a decirle el día de mañana a mis hijos: “Sí, nos robaron el país que queríamos para vosotros y no hice lo suficiente. ¡Pero al menos no me quedé callado!” (Daniel S.Arranz).

Pasen y vean, y por favor, no se pierdan los detalles.

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