“Pfff”, resoplaba Nico Rosberg, de 31 años, ante la prensa de Abu Dabi cuando fue cuestionado sobre cómo había gestionado mentalmente la carrera. “No he disfrutado nada. Hamilton iba por delante y parando la carrera, y yo tenía por detrás a dos coches… Y el adelantamiento a Verstappen... no me lo creía, no me parecía real. Cuando lo adelanté, ¡pum! Nunca había sentido algo así en un coche”, contaba con los ojos llorosos. El nuevo campeón de la Fórmula 1 no había planeado una última carrera con un nivel de tensión tan elevado y pese a llegar al podio entero, conforme pasaban los minutos se iba desmoronando para destapar todo el sufrimiento que había soportado para lograr el título.