El patrimonio (en gananciales) que Gustavo González repartirá tras su divorcio

El divorcio de Gustavo González ha conseguido un auténtico imposible, eclipsar al otro gran tema de la semana: la boda de Ana Boyer y Fernando Verdasco. Una separación que conocíamos apenas hace unas horas de boca del propio colaborador de ‘Sálvame’ y que sobrecogía a España tras confesar que durante siete años había engañado a su mujer (con la que llevaba casado más de 25 años) con la actriz María Lapiedra. Todo un escandalazo que verá su final judicial próximamente, ya que, aunque llevan separados desde agosto, no será hasta ahora que firmen los papeles del divorcio.

Unos documentos que sin duda habrán supuesto un auténtico quebradero de cabeza para los abogados de ambas partes. Se casaron en gananciales y toca repartir absolutamente todo (incluido, por supuesto, la custodia del pequeño de sus cuatro hijos, el único menor de edad a día de hoy).

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Su modesto patrimonio inmobiliario fue adquirido a partes iguales entre los dos cónyuges: una residencia familiar en San Sebastián de los Reyes (donde Gustavo está empadronado) y donde vivía hasta hace unos meses junto a su esposa, Antonia, y sus hijos, y otra en la playa, a apenas 40 minutos en coche de su ciudad natal, Cuart de Poblet (Valencia).

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Un chalet en Madrid y un pisito en Valencia

Su propiedad más importante es la que adquirió junto a Toñi en el año 2006 a partes iguales y, como decíamos, en régimen de gananciales. Un chalet unifamiliar en San Sebastián de los Reyes (Madrid), ubicado en uno de los conjuntos residenciales de esta localidad. La casa, con una superficie construida de 255,17 metros cuadrados divididos en tres plantas, cuenta además con un jardín de más de 30 metros y acceso desde la vivienda a dos plazas de garaje subterráneas.

Sus inversiones inmobiliarias se completan con un coqueto apartamento en la playa de 111,5 metros cuadrados ubicado en la localidad costera de Canet d’en Berenguer, a las afueras de Valencia, donde la numerosa familia ha disfrutado de sus vacaciones desde hace años. Concretamente desde marzo de 2011, cuando el matrimonio, también en régimen de gananciales, adquirió esta vivienda sin saber Antonia que ya por aquel entonces el periodista mantenía una relación extramatrimonial con María Lapiedra (aún soltera). Todo un vodevil.