Este miércoles tuvo lugar el 212º aniversario del asesinato de Jean Jacques Dessalins, padre fundador del Haití independiente, evento que encabezó el presidente del país, Jovenel Moise, acompañado por la primera dama, Martine Moïse, y por altos dignatarios del estado, en la capital, Puerto Príncipe. Pero en el actual contexto de crispación política, el acto terminó en disturbios. El mandatario asistía a una ofrenda floral en el monumento a Dessalins cuando unos desconocidos lanzaron piedras, agresión a la que la escolta presidencial respondió con disparos. Un agente de la seguridad de Moise y varios civiles resultaron heridos.

Ese mismo día, decenas de miles de haitianos salieron a las calles de la capital y otros puntos del país para exigir que se lleve ante la justicia a los culpables de un caso de supuesta corrupción en torno a los fondos del programa Petrocaribe, por el cual Venezuela suministra petróleo a varios países. La manifestación fue la más grande realizada en Puerto Príncipe desde el inicio del movimiento anticorrupción hace varios meses. Los ecos de la agitación aún no se han apagado.