El primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, confirmaba a última hora del viernes en declaraciones a la cadena NTV que había un golpe militar en la capital, Ankara. En un comunicado, el Ejército turco aseguró que se había hecho con el control del país. "El Ejército se hizo cargo totalmente para restaurar la democracia... Todos los acuerdos internacionales estarán vigentes. Esperamos mantener nuestras buenas relaciones con todos los países", señala la nota del Estado Mayor del Ejército.

"Hay probabilidad de un levantamiento militar", dijo Yildirim, descartando que la asonada pudiese tener éxito. "Se trata de un grupo dentro del Ejército que se ha alzado", señaló el jefe de gobierno, quien admitió que esos militares habían "rodeado algunos edificios importantes". Finalmente, los militares golpistas comenzaron a retirarse y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, anunció "una respuesta para los conspiradores" del golpe de Estado y que el líder "pagará el precio delante de toda la nación".