Nuevo Ford Mustang pensado para Europa
Han pasado 51 años desde que Ford lanzara el Mustang hasta que sus dirigentes han decidido venderlo oficialmente en el mercado europeo. Siempre ha sido un
Aunque el Mustang ha cambiado mucho en los últimos 54 años, la realidad es que esta línea es la más tradicional en la gama del legendario modelo norteamericano.
Un cuadro de instrumentos digital, un cambio automático de diez marchas o ayudas a la conducción, el conductor se encuentra con este nuevo Mustang ante un coche muy tecnológico.
En el volante hay mucho mandos para controlar casi todo en el coche. Requiere acostumbrarse, pero luego es muy intuitivo.
Las opciones para el Mustang, tanto con carrocería cerrada como la abuierta es un cuatrio cilindros de 290 caballos y muy eficiente o el espectacular V8 de 450 caballos más derrochador.
El selector de los modos es la últma palanca de la derecha y se gestiona presionando hacia abajo hasta encontrar el modo elegido.
Es muy confortable y en detalles como su capota eléctrica no se ha escatimado. Hay que quitar un seguro y luego se acciona muy rápido.
El Mustang tiene dos plazas traseras bastante buenas, aunque todo depende de la posición de los asientos delanteros...
Tiene una boca pequeña, con lo que no se pueden cargar cosas muy grandes, pero tiene una buena capacidad. Y no depende de si llevamos la capota puesta o quitada.
Es un deportivo grande, de 4,80 metros, y eso le permite ofrecer un habitáculo bastante amplio y también un maletero bueno, lo que le permite hacer viajes, aunque habrá que parar mucho a repostar.
Esta versión 2018 ha mejorado mucho en su dinámica con una suspensión nueva, construida en aluminio.
Han pasado 51 años desde que Ford lanzara el Mustang hasta que sus dirigentes han decidido venderlo oficialmente en el mercado europeo. Siempre ha sido un coche con un estilo deportivo, pero en el que no se buscaba un comportamiento dinámico más radical en carreteras viradas, algo que los conductores norteamericanos no aprecian demasiado. Con la llegada a Europa, la marca del óvalo se ha puesto las pilas y ha desarrollado un coche mucho más ágil, más eficaz en carreteras con muchas curvas, más al gusto europeo. Y todo ello sin renunciar a sus tradiciones.
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