Las víctimas de los abusos del depredador sexual Larry Nassar
El tribunal de Michigan que juzgaba a Larry Nassar, el depredador sexual que durante años abusó de decenas de gimnastas de los Estados Unidos, condenó este miércoles al médico
“Siempre pensé que entrenar para las Olimpiadas sería lo más difícil que haría. Pero la cosa más difícil que nunca he tenido que hacer es procesar que soy una víctima de Larry Nassar”, afirmó en su testimonio Jordyn Wieber, medallista olímpica, entre sollozos y frente a su depredador
"Mirándolo ahora como mujer, estoy horrorizada de lo que pasé como niña", ha declarado la gimnasta de 22 años Bailey Lorencen.
“Las cosas han cambiado Larry. Estamos aquí. Tenemos nuestras voces y no nos vamos a ninguna parte” ha declarado en el juzgado Aly Raisman.
Brianne Randall declaró que "denuncié tus abusos a la policía con 17 años en 2004, informé a la policía inmediatamente e hicieron un examen de violación. La policía te interrogó y tú tuviste la audacia de decirles que yo había malinterpretado el tratamiento porque no estaba a gusto con mi cuerpo. ¿Cómo te atreves? Lamentablemente, prefirieron tu palabra frente a la mía".
Sterling Riethman durante su testimonio en el juicio.
"Creo en el perdón, pero no lo obtendrás de mí esta vez. Nosotras no elegimos este trauma, tú lo hiciste" declaró Amanda Cormier.
"La vida me dió limones, y más te vale creer que estoy bien preparada para hacer limonada. No puedes romperme Larry, soy una superviviente", declaró Hannah Morrow.
"Sé que no debería avergonzarme de lo que me pasó, porque no fue mi culpa, fue tuya. Todo esto es tu culpa. Me has causado, a mí y a tantas otras chicas, tanto dolor y sufrimiento para tu propio placer. Tienes que ser el hombre más enfermo y retorcido del mundo para hacerle eso a niñas pequeñas" dijo Jillian Swinehart
Kyle Stephens, canguro de los hijos de Nassar: las niñas pequeñas no se quedan pequeñas para siempre. Crecen y se hacen mujeres fuertes que vuelven para destrozar tu mundo".
Rachael Denhollander durante su intervención en el juicio contra Nasser
"¿Qué clase de persona tiene la audacia de agredir a una niña delante de su madre? La clase de persona que merece pasar el resto de su vida en prisión" dijo Helena Weick
"Todavía sufro todos los días, y seguiré haciéndolo. Y os pido, a cada uno de vosotros, que ayudeis a cosntruir espacios donde las mujeres no deban vivir con miedo. Sinceramente, creo que eso comienza con una sentencia a cadena perpetua hoy", declaró Melody Posthuma
"Para mí, eres el peor tipo de persona, alguien que se aprovecha, alguien que menosprecia, alguien que controla, alguien que se llevó la confianza, la infancia, la felicidad, la inocencia y alguien que incluso quitó la vida a otros" le dijo a su agresor Lindsey Lemke
"Larry, ¿cuántas somos? ¿lo sabes? ¿nos contabas? ¿sabes que el número sigue en aumento? Y esas son solo las chicas que realmente se están presentando. ¿Cómo es Larry que tu secreto se mantuvo así? Eres el mayor secreto guardado de la MSU" declaró la gimnasta Clasina Syrovy
"Quería ser como tú. Un hombre de honor y pasión. ¿Estoy en tu GoPro? Porque yo era una de tus amiguitas más cercana". le dijo Kaylee Lorincz a Nassar durante su testimonio.
El tribunal de Michigan que juzgaba a Larry Nassar, el depredador sexual que durante años abusó de decenas de gimnastas de los Estados Unidos, condenó este miércoles al médico a permanecer en prisión entre 40 y 175 años. La jueza Rosemarie Aquilina hizo pública la sentencia después de haber escuchado el terrible relato de muchas atletas americanas. Hasta 158 denunciaron al doctor de 54 años, que durante las sesiones del juicio reconoció los hechos, derrumbándose en más de una oportunidad.
Larry Nassar fue condenado por haber abusado sexualmente de más de 100 atletas y ex atletas durante los últimos 20 años. En la última sesión de declaraciones, comparecieron Rachael Denhollander, Kaylee Lorincz y Sterling Riethman, tres víctimas más del que fuera médico del equipo de gimnasia de los Estados Unidos. Poco a poco, desde que Aly Raisman ejerciera de ariete al denunciar el caso, decenas de gimnastas perdieron el miedo que las atenazó durante largo tiempo para testificar contra el ya sentenciado médico.
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