El Museo Reina Sofía se fija en los años cuarenta en 'Campo Cerrado. Arte y poder en la posguerra española. 1939-1953' (desde hoy y hasta el 26 de septiembre), una descomunal exposición fruto de más de tres años de estudio en la que se exponen casi 1.000 obras de más de 200 autores, muchas de ellas inéditas, recuperadas tras años perdidas como un Dalí o adquisiciones para la ocasión de Tàpies o Castellanos, para demostrar cómo el arte influyó en "uno de los momentos más sórdidos de la historia de España y en un periodo complejo no lo suficientemente conocido", aseguró ayer el director del centro Manuel Borja-Villel.

"Esta exposición es la punta del iceberg", añadió la comisaria María Dolores Jiménez-Blanco, que explicó que proponen un recorrido no como consecuencia de la Guerra Civil ni como predecesor de la vanguardia sino "acercanos a los cuarenta desde los propios cuarenta". Atravesando desde el arte oficial, propagandístico y de exaltación nacional para la reconstrucción del país impuesto por la dictadura hasta el de los exiliados internos y externos, esta muestra recorre un periodo sombrío y desconocido de la posguerra a través de obras de Picasso, Tàpies, Miró, Santos Yubero, Cossío, Castellanos, Quintanilla, Maruja Mallo, Goeritz o Dalí, deteniéndose a su vez en la evolución del arte en un periodo que va desde el canon tradicionalista impuesto por el franquismo hasta la abstracción pasando por el postismo o el primitivismo.