Hombres y mujeres somos aparentemente iguales, pero hay ciertos detalles que nos separan y es en pequeños actos cotidianos como la ducha cuando se ven las diferencias y las similitudes entre el modo de ver la vida de unos y otras: nos medimos, nos palpamos, nos limpiamos y nos secamos... ¡pero ellos como marcianos y ellas como venusinas!