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Adiós a dos de los bombarderos más temidos de EEUU

Hasta los grandes mitos se jubilan y en Estados Unidos no iban a ser menos. Según publica el medio especializado estadounidense Aviation Week, la Fuerza Aérea

El Ejército de Estados Unidos planea relevar al B-2 Spirit, el bombardero más caro de la historia que llegó a valer 757 millones de dólares por unidad.

Fabricado en los 80, en seguida se convirtió en uno de los aviones más icónicos del ejército estadounidense por su extraño diseño y su tecnología innovadora.

Era un avión rápido, eficiente y letal en su época, pero el tiempo ha sacado a relucir su gran fallo, su caro mantenimiento. Esto es lo que ha provocado que Estados Unidos haya pensado en relevarlo para hacer hueco a su nuevo B-21

El avión llegará a su retiro teniendo en su historial el haber participado en tres campañas (Kosovo, Afganistá e Irak) sin haber sido derribado. Eso sí, el elevado coste de fabricación y mantenimiento hizo que no se le mandara a otras misiones importantes.

El B1-B Lancer se creó en los años 70 con la idea de ser uno de los cazas más rápidos de la historia con su capacidad de romper la barrera del sonido. 

Un avión estratégico que se acabó usando como bombardero indetectable a baja cota en la mayoría de las misiones en las que ha participado. 

Aunque llevaba años siendo cuestionado, su versatilidad a la hora de actuar como bombardero convencional veloz y con gran espacio de carga lo mantuvieron en primera línea. Ahora la cosa cambia. 

Aunque se espera que los B-21 estén listos para 2020, el final de esta aeronave estaba pensado para 2025. Veremos si aguanta tanto.

 

Hasta los grandes mitos se jubilan y en Estados Unidos no iban a ser menos. Según publica el medio especializado estadounidense Aviation Week, la Fuerza Aérea de aquel país se está preparando para relevar a dos de sus bombarderos históricos para hacer hueco al nuevo súper avión que está preparando. Los B-2 Spirit y los B1-B Lancer dejarán los hangares para que entre en ellos el flamante B-21 que el país norteamericano lleva años diseñando.

Estas dos aeronaves de los años 80 dejarán el ejército entre 2019 y 2020, presumiblemente, con el objetivo de hacer hueco en las arcas del Pentágono para poder costear los 80 millones de dólares que el país piensa gastarse en uno de sus grandes proyectos de los últimos años, su nuevo avión fantasma. ¿Por qué concretamente se han decidido por estos dos modelos? El motivo es claro y sencillo: sus grandes costes de mantenimiento.

Con este movimiento, diremos adiós al avión más caro jamás construido, el B-2 Spirit (en el momento de su fabricación rondó los 737 millones de dólares por unidad) y a uno de los primeros bombarderos supersónicos de la historia. Los dos veteranos de guerras como Irak, Afganistán, Yugoslavia o Libia dejan su puesto con solo una pérdida entre sus filas: un B1-B Lancer que se estrelló antes de aterrizar en Catar en 2008.

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