¿Conservar o explotar? Las maravillas de Doñana, en peligro
El parque nacional y natural de Doñana está situado en Andalucía. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994, pero la sobreexplotación de sus recursos hídricos
El animal bandera del espacio natural que las organizaciones ecologistas han utilizado para atraer la atención. Hablamos del lince ibérico, el mamífero más amenazado del planeta del que en Doñana resisten como espartanos los últimos 300 individuos.
Habita Doñana la raza de équido más antigua de Europa, el caballo de las retuertas. Este animal se encuentra en peligro de extinción, y se trata de uno de los pocos ejemplos de caballlos salvajes del mundo.
El ser humano ha vivido en Doñana desde la Edad Antigua. La aldea de El Rocío, anexa al parque natural, es un ejemplo de cómo pescadores, agricultores y ganaderos han aprovechado los recursos del área natural desde tiempos inmemoriales.
La biodiversidad de Doñana es muy rica, sobre todo en lo que a aves se refiere. Son famosas las bandadas con millones de flamencos que se extienden por las marismas como un tapiz rosa.
Las especies vegetales se han adaptado a las dunas de arena, unos 'trenes' que cambian de posición con el viento y que es el único sistema de estas características que existe en nuestra península.
Cientos de gaviotas revolotean en la playa de Doñana al atardecer.
Las marismas del Guadalquivir son una extensión de 2.000 kilómetros cuadrados que comparten Sevilla, Huelva y Cádiz.
Desde el desastre de la presa de Aznalcóllar en 1998 se puso en evidencia la necesidad de proteger el parque de la sobreexplotación y la contaminación.
Desde la Estación Biológica del CSIC, los investigadores estudian las especies del parque para mejorar su conservación.
El parque nacional y natural de Doñana está situado en Andalucía. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994, pero la sobreexplotación de sus recursos hídricos y desastres medioambientales como el de Aznalcóllar han puesto en peligro su supervivencia.
Ahora, un proyecto para construir un almacende gas en el yacimiento Marismas ha hecho que ecologistas e investigadores se lleven las manos a la cabeza ante lo que consideran una nueva amenaza para este pulmón patrio.
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