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Lepanto y otras batallas de la historia en las que España salió victoriosa

“La más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros”. Con estas palabras definió Miguel de Cervantes la batalla de

Tuvo lugar cerca de la ciudad griega de Návpaktos (Lepanto en italiano).Se enfrentaron en ella la armada del Imperio otomano contra la de una coalición católica, llamada Liga Santa, formada por el Reino de España, los Estados Pontificios, la República de Venecia, la Orden de Malta, la República de Génova y el Ducado de Saboya. Los católicos, liderados por Juan de Austria, resultaron vencedores y se consiguió frenar el expansionismo otomano.

Esta batalla se produjo del 18 al 22 de julio de 1808, durante la Guerra de la Independencia española, y enfrentó al ejército napoleónico (con 21.000 soldados) y al español, con 27.000 hombres. La derrota francesa supuso que José I Bonaparte abandonase Madrid y que Napoleón enviase más soldados a España para consolidar su dominio. Foto: EFE (José Pedrosa).

España vs. Gran Bretaña. El objetivo era reconquistar Florida, territorio que España había cedido a Reino Unido en 1763 por el Tratado de París. Bernardo de Gálvez reunió tropas venidas desde distintos puntos del Imperio y consiguió la reconquista.

España y Francia se enfrentaron en esta batalla que marcó el comienzo de una etapa muy productiva para las tropas españolas. La derrota francesa en Ceriñola, junto con la batalla de Seminara ocurrida la semana anterior, supuso un giro a la situación de la guerra en Nápoles: a partir de este momento fueron las fuerzas españolas quienes tomaron la iniciativa. Ceriñola marca el inicio de la era de la infantería, que se mantendría como la fuerza preponderante en cualquier ejército de Europa durante más de cuatro siglos, hasta bien entrada la Primera Guerra Mundial.

Fue una batalla entablada en el marco de las guerras italianas entre las tropas españolas y el ejército francés, con victoria decisiva para el Reino de España. Tras haber sido invadido en 1556 Nápoles por las tropas francesas del duque de Guisa, Felipe II ordenó a las tropas españolas que se encontraban en los Países Bajos españoles invadir Francia. La guerra abierta entre Enrique II de Francia y Felipe II de España entraba en su fase más crucial.

Este acontecimiento supuso el final de la guerra entre Francia y el Imperio español, que se prolongó desde el año 1547 a 1559. Tras esta nueva derrota, que se sumaba a la de San Quintín, Enrique II de Francia se vio obligado a firmar la paz con Felipe II en la llamada Paz de Cateau-Cambrésis en 1559.

Fue una victoria del ejército español comandado por Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, III duque de Alba, sobre las tropas portuguesas del pretendiente Antonio. Como consecuencia de esta batalla, el rey Felipe II de España fue reconocido rey de Portugal como Felipe I, en una unión dinástica con los demás reinos hispánicos que se prolongó hasta 1640, y que significó el apogeo del Imperio español.

Se libró en los arrabales de Leningrado y fue el más sangriento enfrentamiento en el que intervino la 250.ª División de Voluntarios Españoles de la Wehrmacht, más conocida como la División Azul. Krasny Bor fue una batalla que se produjo cuando en el sector del frente de Leningrado defendido por la División Azul recibió el ataque de todo un ejército ruso compuesto de cuatro divisiones. Inicialmente, todo parecía perdido para los españoles, pero lograron la victoria. Obra: Ferrer-Dalmau

Esta batalla tuvo lugar entre el ejército francés al mando del rey Francisco I y las tropas germano-españolas del emperador Carlos V, con victoria de estas últimas. Cuenta la leyenda que en las negociaciones de paz y de liberación de Francisco I, el emperador Carlos V renunció a usar su lengua materna (francés borgoñón) y la lengua habitual de la diplomacia (italiano) para hablar por primera vez de manera oficial en español. Posteriormente, Francisco I se alió con el Papado para luchar contra el Imperio español, lo que produjo que Carlos V atacara y saqueara Roma en 1527.

Fue el episodio decisivo que marcó el desenlace de la guerra del Asiento (1739–1748), uno de los conflictos armados entre España y Gran Bretaña ocurridos durante el siglo XVIII. La victoria de las fuerzas españolas, al mando del teniente general de la Armada Blas de Lezo, prolongó la supremacía militar española en el continente americano hasta el siglo XIX.

 

“La más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros”. Con estas palabras definió Miguel de Cervantes la batalla de Lepanto, recordada por muchos como en la que el escritor perdió una de sus manos y a partir de la cual se le comenzó a aludir como "el manco de Lepanto". 

Han pasado 444 años desde aquel 7 de octubre en el que la Liga Santa doblegó al imperio otomano en una batalla naval que frenó la expansión de estos por el Mediterráneo. De las 315 embarcaciones cristianas, 164 eran españolas. 

Pero Lepanto no ha sido la única victoria de la que los españoles han sacado pecho a lo largo de la historia: Bailén, Pavía, San Quintín y algunas otras han sido motivo de orgullo y de referencia en los libros de historia. Repasamos algunas de ellas. 

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