Roma amaneció este lunes cubierta con un manto blanco de nieve, algo que no ocurría desde 2012 en la capital italiana, donde las bellas postales se alternaron con las molestias que sufrieron muchos italianos y turistas. En la ciudad se registraron cancelaciones y retrasos de varias horas en los trenes que debían llegar o salir de la principal estación romana de Termini. Además, algunas líneas privadas de autobuses que habitualmente trasladan a los turistas a los aeropuertos suspendieron el trayecto temporalmente. En los aeropuertos de Ciampino y Fiumicino también hubo retrasos y en el primero quedaron cancelados varios de los primeros vuelos del día programados.
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