Heshan está situado en la provincia de Hunan, a 1.200 kilómetros de Beijing. Cuenta con poco más de 1500 habitantes y se le conoce popularmente bajo el oscuro sobrenombre de 'el pueblo del cáncer'. El fantasma de la enfermedad sobrevuela el municipio desde que las fábricas chinas empezaron a explotar una de las principales fuentes de riqueza de la zona: el rejalgar, un sulfuro de arsénico natural muy valioso que fue prohibido en 2011 y que ha dejado una oscura herencia en el pueblo. Durante los últimos años los casos de cáncer se han disparado, en las últimas dos décadas 150 vecinos han perdido la vida en el pequeño municipio y las secuelas físicas han marcado de por vida a sus habitantes. Distintos estudios de toxicidad llegaron a determinar que el suelo de Hesan contenía un índice de Arsénico 15 veces superior al permitido. Se trata de un escándalo ecológico más dentro del gigante asiático.

 

Fotografías: Archivo REUTERS