Mazda CX3, libertad de expresión en tierra y asfalto
El Mazda CX3 es un todocamino 4x4 sin un tamaño desmesurado, lo que le convierte en el compañero perfecto para combinar la carretera, ciudad y caminos
Destaca por su frontal muy afilado y por una parte trasera más redondeada, lo que le proporciona una estetica llamativa.
El cuadro de instrumentos es muy sencillo, con una gran reloj central. El dato de la velocidad es quizá un poco pequeño y hoy es un tema clave por los radares.
El motor diésel de 105 caballos ofrece mucho empuje y un buen rendimiento, lo que permite dotar al CX3 con un comportamiento muy ágil en ciudad y en carretera.
Buenos asientos, muy envolventes , y una gran calidad de terminación son las claves de un modelo llamado a conseguir un buen éxito comercial.
Pese a ser un moto diésel pequeño, de solo 1,5 litros, se muestra muy voluntarioso en todo el margen de utilización y resulta un coche divertido.
Las plazas traseras son razonables en su anchura,. pero hay poco espacio para las piernas y también la cota de altura se ve algo perjudicada por la forma trasera del vehículo.
El nuevo modelo de Mazda tiene una buena capacidad de tracción y su motor funciona bien desde pocas vueltas, dos características muy necesarias cuando se quiere rodar fuera del asfalto.
Es un buen todocamino, pero no es ni pretende ser un todoterreno. Su punto débil es su escasa altura libre al suelo, lo que puede crearnos algún problema en zonas complicadas.
No es frecuente que un vehículo todocamino del segmento B tenga la opción del 4x4 y el cambio automático, pero ambos están disponibles en el CX-3 con motor diésel.
El nuevo CX3 ofrece el aspecto de un todocamino compacto, pese a que por sus dimensiones se integra entre los vehículos SUV pequeños.
El Mazda CX3 es un todocamino 4x4 sin un tamaño desmesurado, lo que le convierte en el compañero perfecto para combinar la carretera, ciudad y caminos en cualquier estado.
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