Prueba Opel Insignia Sports Tourer
Es un gran coche, muy amplio y con una gran calidad de terminación que le situa como una alternativa a los familiares premium alemanes. La versión
Pese a sus grandes dimensiones. el coche se mueve bien en terrenos virados, con una suspensión bien calculada, que combina confort y buena estabilidad.
Es una opción que cuesta 1.900 euros pero que le proporciona un aspecto muy elegante a este Insignia con carrocería familiar.
La versión de acceso de 140 caballos no ofrece un comportamiento demasiado alegre, pero por contra sus consumos son ajustados. Si se van a hacer muchos kilómetros, la alternativa diesel es másinteresante.
No solo por su tapicería de cuero, pero este Insignia transmite una calidad de acabado similar a la de un vehículo premium, pero con un precio más ajustado.
Es una extraña combinación con forma de relojes en los laterales, pero en el centro lo que lleva es una pantalla muy completa en la que puede hacer información de todo.
Estéticamente, este Sports Tourer está bien conseguido porque pese a ser muy grande ofrece un aspecto exterior realmente dinámico.
Son 540 litros que pueden llegar a 1.530 sin el asiento posterior. El acceso es perfecto y nuestra unidad llevaba el portón eléctrico que facilita aún más las cosas.
Opel ha logrado un gran éxito comercial con el Insignia pese a la crisis. Y es que tanto esta versión como la berlina de la que deriva son una buena alternativa a las marcas alemanas premium.
Es un gran coche, muy amplio y con una gran calidad de terminación que le situa como una alternativa a los familiares premium alemanes. La versión probada es la de acceso, con un motor de gasolina de 140 caballos algo justa, pero la gama es muy amplia.
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