El caso más conocido es el de Andy Warhol y The Velvet Underground. La icónica portada con un plátano amarillo rabioso en el disco homónimo de la banda de rock estadounidense es uno de los mayores símbolos de la colaboración entre el arte y la música, pero no el único. Otros artistas como Roy Lichenstein, Salvador Dalí o los más modernos Banksy, Jeff Koons o Ai Weiwei han convertido el sonido en arte y las carátulas de muchos discos en objetos de coleccionista.

'Art Records Covers' (Taschen) recopila 500 portadas concebidas como objetos artísticos desde los años cincuenta hasta hoy. Esta antología, hecha por Francesco Spampinato, demuestra cómo el modernismo, el pop art, el arte conceptual y el contemporáneo se han relacionado con la música creando un imaginario que fusiona ambos mundos. No hay más que pensar en esos cuatro hombres cruzando un paseo de cebra, ese bebé que flota en el agua con un billete tras él o el plátano de Warhol. La música sería únicamente un disco negro sin estas imágenes que le imprimen identidad y estilo.

Damian Hirts con The Hours, la mariposa de Dalí para Jackie Gleason, Robert Mapplethorpe y Patti Smith en 'Horses', Jeff Koons y Lady Gaga, Takashi Murakami y Kanye West, Ed Rusha y Manson Williams, Guyton Walker y Blondes o David Shrigley y Deerhoof son algunas de las combinaciones históricas que reúne este libro que, además, está acompañado por una exposición (hasta abril) que se puede visitar en Berlín.

No faltan curiosidades como la portada que Warhol hizo para 'Milano-Madrid', de Miguel Bosé; la de Miró para 'Cançons de la roda del temps', de Salvador Espriu y Raimon; las fotos de Nobuyoshi Araki para 'Telegram', de Björk; u otra gran leyenda de la música como la portada de 'Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club', de The Beatles, que firmaron Peter Blake & Jann Haworth.