August Sander (Renania, 1876 – Colonia, 1964) fue un fotógrafo alemán, aunque quizás sería más preciso decir que fue el mejor fotógrafo alemán del siglo XX, gracias a la diensión humana de sus retratos sobre el pueblo alemán antes y después de la II Guerra Mundial.

Sander, muerto hace ahora medio siglo, inició en los años veinte del pasado siglo un catálogo social gracias al viaje por las profundidades y las intimidades de sus contemporáneos. Ha pasado a la historia de la disciplina gracias a su trabajo Hombres del siglo XX, donde dejó constania de las gentes (campesinos, comerciantes, profesores, artistas) de una República de Weimar... a la que no le quedaba mucho tiempo.

Sander, de espíritu progresista, sufrió tras el ascenso del partido nazi a principios de los años treinta. Su hijo fue detenido, encarcelado y muerto; uno de sus libros de fotografías fue destruido (incluidas las placas); su estudio saltó por los aíres durante un bombardeo, en 1944. Durante ese tiempo, Sander abandonó los rostros y se dedicó a fotografiar paisajes. El fotógrafo norteamericano Walker Evans siempre reconoció la influencia del alemán en su obra.