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Cómo la tecnología mejora la prevención de tus enfermedades futuras

salud digital

Por EC Brands

Por EC Brands

l sector salud está cambiando a un ritmo vertiginoso merced a las tecnologías disruptivas. Hablamos de inteligencia artificial e impresión 3D, pero también de móviles, relojes conectados o pulseras de actividad que monitorizan la actividad física, el sueño y algunas constantes vitales como el ritmo cardiaco.

Las innovaciones mejoran diagnósticos y tratamientos gracias a ‘apps’ que permiten el seguimiento integral de procesos médicos. Programas de asesoramiento digitales personalizados, dietas adaptadas (a alergias, intolerancias, diabetes o embarazadas) o rutinas de ejercicio son algunas de las aplicaciones más comunes. ¿El objetivo? Mejorar el bienestar, evitar lesiones y detectar enfermedades de forma precoz, antes incluso de que aparezcan los primeros síntomas.

De prótesis biónicas a tatuajes ‘inteligentes’

‘Wearables’

Los relojes inteligentes y pulseras de actividad captan y cuantifican datos relativos a la actividad física, controlan las constantes vitales del usuario y alertan de condiciones del entorno. Entre los ‘wearables’ médicos especializados están los que pueden medir niveles de insulina y otras variables biológicas asociadas a diagnósticos médicos.

Entre los ‘wearables’ médicos especializados están los que pueden medir niveles de insulina y otras variables biológicas asociadas a diagnósticos médicos

El uso de esta tecnología en el sector ha experimentado un auge en los últimos años, pero hay quien lleva décadas aplicándola. Es el caso de Cruz Roja: “Empezamos hace 30 años con la teleasistencia a domicilio”, recuerda Carlos Capataz, director de Servicios Tecnológicos Digitales de la organización. “Después pasamos a la teleasistencia móvil, tanto de manera reactiva (si el paciente pulsa el botón de alerta) como proactiva (si detectamos por geolocalización que la persona no está en la ubicación en la que suele estar)”.

Ahora han dado un paso más allá: “Hay gente mayor, por ejemplo, que cuando se levanta al baño por la noche no se pone el medallón de alertas. En ese caso contamos con sensores en la habitación y en el cuarto de baño, de modo que si detectamos que no vuelve a la cama podemos activar las alertas”.

Smartphone

El smartphone nos permite tener comunicación directa con profesional sanitario y monitorizar nuestras constantes vitales: “La tecnología 4G convierte los teléfonos en tensiómetros, pulsioxímetros o glucómetros de manera fiable”, cuenta el doctor Benjamín Abarca, miembro del grupo cardiovascular de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia. Para Iñaki Bartolomé, CEO de Ideable, empresa española que suministra tecnología sanitaria, gracias al smartphone podemos “sincronizar dispositivos médicos, controlar de deterioros cognitivos, controlar los sensores del comportamiento de la persona en casa, etc.”.

En su opinión, “más que de teleasistencia hay que empezar a hablar de telecuidados. Esto hace más escalable la atención a mayores, sobre todo en circunstancias en que el paciente no puede desplazarse o si hay municipios muy alejados de centros sanitarios”.

En ‘Internet of Medical Things’ (IoMT), encontramos desde sensores que se ingieren y transmiten información hasta pastilleros que hacen un seguimiento del consumo de medicamentos

Algunas compañías como Sanitas ya ofrecen servicios como Blua, un seguro digital que permite gestionar la salud desde el móvil y ofrece videoconsulta online, recepción de medicamentos en el domicilio enviados desde la farmacia o acceso a programas especializados de nutrición, deporte o apoyo psicológico. O su servicio ‘Salud Conectada’, la ‘app’ en la que el paciente tiene a su disposición una evaluación de su estado de salud y puede interactuar con los profesionales sanitarios, que pueden marcar la dosis y la periodicidad de un tratamiento.

IoMT, tatuajes o piel electrónica

Un paso más allá, en lo relacionado con ‘Internet of Medical Things’ (IoMT), encontramos desde sensores que se ingieren y transmiten información e imágenes desde el interior del cuerpo (para la exploración del sistema digestivo) hasta pastilleros que hacen un seguimiento del consumo de medicamentos o pastillas inteligentes, que detectan y notifican cuándo se ha ingerido el comprimido.

También se están desarrollando tatuajes con biotinta que cambian de color para indicar cambios bioquímicos en el cuerpo, alertar de la presencia de patógenos, niveles de azúcar o de deshidratación, entre otras variantes. En el caso de la piel electrónica, una membrana ultraligera y transpirable tiene el potencial de servir como biosensor: mide la temperatura, la saturación de oxígeno en sangre, la presión sanguínea y los niveles de pH, glucosa o litio. Además, puede mostrar esas mediciones en tiempo real en un matriz de puntos iluminados.

Impresión 3D e inteligencia artificial

Desde piezas dentales a medida, prótesis o hueso artificial hasta órganos impresos. Las bioimpresoras utilizan compuestos biológicos y células humanas como ‘tinta’ con la que fabricar órganos a medida y compatibles con el paciente. La bioimpresión 3D de órganos tiene el potencial de terminar con las listas de espera para trasplantes y también con el rechazo, ya que los órganos se fabrican con células del paciente.

La bioimpresión 3D de órganos tiene el potencial de terminar con las listas de espera para trasplantes y también con el rechazo

“Hay que diferenciar entre dos aproximaciones diferentes en la actualidad”, explica José Manuel Pérez, coordinador del programa de doctorados de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Una de esas aproximaciones, la relativa a impresión de matrices, “está bastante desarrollada”, en palabras de Pérez. El investigador recuerda que “ya se imprimen matrices porosas para favorecer la regeneración de los dientes”. Sin embargo, “todavía hay dificultades técnicas” para imprimir “otros tipos celulares más complejos”.

Pérez recuerda que ya se imprimen “microórganos animales de manera ‘in vitro’ en laboratorio” y el principal reto al que se enfrentan ahora los investigadores es buscar “materiales biocompatibles con células humanas”. Todavía quedan unos años para lograr ese avance, pero Pérez cree que “hay grupos muy buenos y que se está trabajando en la buena dirección”.

En aplicación médica, la IA está demostrando su potencial en diferentes áreas. Por ejemplo, por su capacidad para cruzar los resultados de diferentes pruebas médicas y mejorar los diagnósticos. También está aprendiendo a analizar imágenes médicas (como radiografías o tomografías) para detectar anomalías o lesiones y anticipar enfermedades con años de antelación, como en el caso del alzhéimer. También son útiles los ‘chatbots’ para la atención y seguimiento de problemas mentales. Asistente Virtual Psicológico como el de Sanitas Hospitales, basado en IA y validado por psicólogos y psiquiatras, ya es capaz también de interactuar con pacientes, evaluar su situación y hacer un seguimiento.

Prótesis biónicas e implantes neurológicos

No solo restituyen miembros amputados o lesionados, también recuperan la función mediante el control de la prótesis a través de terminaciones nerviosas o implantes neurológicos. Además, permiten a los pacientes recuperar la movilidad o parte de ella, y en algunos casos también parcialmente el sentido del tacto.

Además del control de prótesis robotizadas, los implantes neurológicos posibilitan la comunicación de pacientes que no pueden hablar o moverse. La comunicación entre el paciente y el médico es clave para el diagnóstico, el tratamiento y la mejora de la salud.

Las aseguradoras del futuro

Las compañías dedicadas a la salud son conscientes de que la transformación digital del sector crea un nuevo paciente, “comprometido con la gestión de su salud y que utiliza las ventajas que ofrece la digitalización", asegura Susana Quintanilla, directora de Gestión Asistencial de Sanitas Seguros.

A través del Servicio de Promoción de la Salud y de su app, Sanitas ya ha gestionado más de 27.600 programas de salud digitales de nutrición, entrenador personal, embarazo y salud infantil

Vivimos en un momento donde la medicina es “personalizada, preventiva, predictiva y participativa”, explica Quintanilla. Por eso cada vez es más habitual que los pacientes tengan programas de asesoramiento personalizado, como el que esta compañía de seguros de salud ha puesto en marcha a través de su Servicio de Promoción de la Salud y de su ‘app’ móvil, servicios lo que ya han gestionado más de 27.600 programas de salud digitales de nutrición, entrenador personal, embarazo y salud infantil.

La medicina de precisión es solo una de las vertientes del futuro del sector. Una nueva era donde la disrupción impactará en toda la cadena de valor: desde el trabajo en los quirófanos, con la cirugía 4.0, hasta el propio negocio asegurador, con el auge de soluciones novedosas como los microseguros. Todo, con un propósito central: seguir perfeccionando el servicio al paciente.