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Médico mira su móvil

Un médico en casa: por qué las videoconsultas se multiplican cada año

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Por EC Brands

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Por EC Brands

er al médico sin salir de casa ya no es un invento del futuro ni una actividad reservada para unos pocos privilegiados. Los avances en la tecnología de consumo, junto con la progresiva democratización de la banda ancha de internet, han hecho realidad lo que para un significante número de pacientes parece una ayuda caída del cielo: poder hablar con un médico desde casa y por videoconferencia sin tener que desplazarse hasta un centro de salud, con los inconvenientes que ello puede acarrear.

Las estimaciones realizadas en Estados Unidos en los últimos años cifraban en 5,4 millones las consultas que se llevarán a cabo este año en el país. Una cifra que estará cerca de doblar los dos millones que se registraron en 2015. En España, aunque los números son más modestos, también se observa una tendencia al alza. En 2019, Sanitas registró 41.890 videoconsultas, el doble que en 2018. La media ha sido de 3.591 al mes aunque los dos últimos meses del año han estado cerca de las 5.000, lo que demuestra el crecimiento de este nuevo servicio.

Las videoconsultas se están implantando progresivamente porque permiten “acercar al paciente al personal sanitario” o incluso reducir costes

Las visitas virtuales deberían ser un servicio que ayude a descongestionar la sanidad pública, además de ofrecer otros beneficios tanto a pacientes como a profesionales médicos. Según cifras de Eurostat, en España se registraron 7,26 visitas al médico por habitante, una cifra por encima de la media europea que se sitúa en 6,8.

Una mujer hace una videollamada a su médico desde casa

Pero la descongestión de las listas de espera es solo una de las ventajas de visitar a un médico por videoconsulta. Ser capaces de cubrir zonas poco pobladas, asistir a pacientes en situación de riesgo como ancianos o recién nacidos, monitorizar a distancia a aquellos que han sido hospitalizados o acaban de ser sometidos a una cirugía, así como mejorar las condiciones laborales de los médicos son otros de los aspectos positivos de aplicar nuevas tecnologías al ámbito sanitario.

Icono de iPhone

Acercar al paciente y reducir costes

Hans Eguía, miembro del grupo de nuevas tecnologías de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), explica que las videoconsultas se están implantando progresivamente porque permiten “acercar al paciente al personal sanitario” o incluso reducir costes “en función del proyecto en el que se vaya a usar”. Esa reducción es visible en ambas caras de la moneda: pacientes y médicos ahorran en tiempo y en desplazamientos.

Pero Eguía también advierte de que estos servicios deben estar regulados por la Ley Orgánica de Protección de Datos y por el Reglamento General de Protección de Datos lo que, en la práctica, supone una problemática barrera: “Los datos del paciente no pueden ser visibles para otras personas, por lo que se requiere utilizar sistemas que permitan esta protección. A pesar de ser cifradas, aplicaciones como WhatsApp y Skype pueden presentar fallos que filtren información relativa al paciente”. Eguía recuerda que, pese a las ventajas que supone, España todavía tiene retos que superar, como el acceso al 4G y la educación de las personas mayores, para que confíen en esta tecnología.

Ún médico mira diferentes dispositivos
Icono de reloj

Alivio de listas de espera en casos concretos

La implantación de consultas mediante videoconsulta podría traducirse en una mejora en las listas de espera en centros de salud y hospitales. La doctora Mireia Sans, médico de familia y presidenta de la sección Médicos e-salud del Colegio de Médicos de Barcelona (CoMB) opina que, en determinados casos, “debería ayudar a disminuir la presión asistencial”. Habla la doctora de solucionar “pequeñas dudas, en un formato establecido y adecuado, llevado a cabo por personal específico para la videoconsulta”.

Para que la videoconsulta sea efectiva en zonas poco pobladas, es necesario contar con la infraestructura necesaria

Las experiencias en otros países ofrecen motivos para ser optimista. Eguía recuerda que el uso de la teledermatología en Dinamarca ha permitido obtener “tiempos de respuesta de menos de cinco días respecto a las demoras de tres meses” que tenían las consultas al dermatólogo.

Esa práctica, unida a una transparencia en los tiempos de espera de los sistemas de urgencias, podrían redundar en favor de los pacientes más graves, con menos tiempo de espera para ser atendidos ya que para las visitas urgentes, “que necesiten una respuesta inmediata o unas pruebas físicas”, seguirá siendo necesario acudir al centro médico.

Una madre y su hija esperan en el hospital
Icono de la Península Ibérica

¿Una solución para la España vaciada?

Tanto Eguía como Sans recuerdan que para que la videoconsulta sea efectiva en zonas poco pobladas, es necesario contar con la infraestructura necesaria. Pero superados los problemas tecnológicos, este sistema se antoja clave para poder extender una práctica que beneficiaría a los entornos rurales y poco poblados. Basta el ejemplo que denunciaba el pasado mes de noviembre el Sindicato Médico Aragón para comprender cuáles serían las ventajas de poder llegar con médicos a rincones que, poco a poco, se están quedando sin personal sanitario.

La videoconsulta no es una opción exclusivamente beneficiosa para zonas rurales o poco pobladas, sino que también permitirá que personas fuera de nuestras fronteras en lugares todavía más remotos puedan contar con asesoramiento médico. “Se puede ofrecer asistencia cuando el paciente se encuentra en alta mar o en situaciones complicadas como un país con dificultades para acceder a los servicios de salud”, señala Sans.

Pareja de ancianos son felices usando una tablet sin saber si la miran o no

Personas mayores o recién nacidos que hayan pasado por complicaciones durante el parto también son colectivos que se puede beneficiar de esta práctica

Pero los médicos consultados también hacen hincapié en la idea de que la consulta presencial sigue siendo necesaria para casos concretos. “Al realizar una consulta de teledermatología se presenta al especialista una lesión que consideramos que precisa de valoración. Pero muchas veces, durante la consulta ‘en vivo’, el dermatólogo revisa otras lesiones que considera puedan ser patológicas”, señala Eguía. Su veredicto: “No es un sistema sustitutivo pero sí puede ser complementario. Continuando con el caso anterior, el paciente acude al dermatólogo, quien valora la lesión y considera que no es patológica, pero lo cita de manera virtual para hacer el seguimiento”.

Icono de un hospital

Hospitalizaciones duraderas

Otro de los ámbitos en los que se considera que la videoconsulta tiene margen de mejora es en el tratamiento de pacientes que han pasado por largos periodos de hospitalización o que acaban de salir de una cirugía y en los que es recomendable evitar los desplazamientos hasta la consulta. La doctora Sans recuerda que “ya se hacían seguimientos telefónicos” en el pasado para tratar algunas patologías, algo que ahora se hace “con aplicaciones móviles”.

Para pacientes que han pasado por el quirófano, Sans explica que en algunas clínicas ya se trabaja con un seguimiento de enfermería en este tipo de pacientes. “Permite la valoración, registro y tratamiento del dolor, que se considera un objetivo de mejora asistencial y sirve para reducir el estrés y la ansiedad, ya que proporciona información y educación adecuada que permite la recuperación en el domicilio”. Personas mayores o recién nacidos que hayan pasado por complicaciones durante el parto, también son colectivos que se pueden beneficiar de esta práctica, porque reduce la posibilidad de un eventual problema que pueda surgir durante los traslados a la consulta.

Madre y bebé

Tampoco hay que olvidar, según recuerda Eguía, que otras dolencias como un ictus o la EPOC se podrían comenzar a tratar a distancia. El médico de Semergen apunta que la videoconsulta no se limita solo al ámbito doméstico, sino que puede ser una herramienta que permita adelantar trabajo de cara a una inminente llegada a urgencias: “El uso de una cámara, un ECG, un tensiómetro y pulsioxímetro conectados por 'bluetooth' a un sistema 4G le permite a un médico de urgencias ir valorando al paciente mientras va llegando al hospital”.

Icono de un estetoscopio

Pacientes y médicos satisfechos

Los médicos consultados ponen de manifiesto que la tecnología es motivo de satisfacción para los pacientes por las ventajas que conlleva. Pero, ¿qué supone para los profesionales médicos? Sobre el papel, un doctor con una cartera de pacientes a los que visitar de manera virtual, sin tener que desplazarse hasta su lugar de trabajo, debería aumentar la calidad de vida del personal sanitario. Según explica Domingo Marzal, director médico de Hospitales, PPPs y Nuevos Servicios de Sanitas, que dispone de este servicio, “es necesario que el doctor nos ausculte para identificar la dolencia, pero la realidad es que en el 70% de las consultas que realizamos no es necesario que el médico toque al paciente para realizar un diagnóstico”. Y esto, “optimiza la visita al médica”.

Sanitas estima que se emplean unas tres horas para una visita médica tradicional, mientras que una consulta por vídeo puede resolverse en diez minutos

Icono de un ordenador con videollamada

Útiles para la psicología o la pediatría

Las ventajas son numerosas por eso algunas compañías de seguros han empezado a implantarlas desde hace tiempo. Sanitas, por ejemplo, pretende llegar al 25% de consultas por vídeo a finales de este 2020. La compañía estima que se emplean unas tres horas para una visita médica tradicional, mientras que una consulta por vídeo puede resolverse en diez minutos.

Niño respira a través de una mascarilla

Medicina general, psicología, ginecología, obstetricia, dermatología o endocrinología son algunas de las especialidades donde se utiliza más este servicio. La compañía ya ha registrado más de 25.000 videollamadas desde que implantó el sistema en 2015. El bagaje de la firma se ha materializado en una guía específica para las videoconsultas. Elaboradas por un equipo de más de 160 médicos, proporciona a otros profesionales las herramientas y conocimientos recomendados para llevar a cabo una visita a distancia. Por ejemplo, en pediatría se considera útil el uso de esta práctica cuando tiene que ver con la alimentación, las vacunas, la lactancia o cómo actuar ante síntomas leves. Estos protocolos están disponibles para toda la comunidad médica en un intento por mejorar un servicio que ha llegado para mejorar la vida de los pacientes.