Estos pequeños gestos diarios te ayudarán a cuidar del medioambiente

Powered by

Arboles

E

l trabajo y tu casa son dos entornos en los que ahorrar electricidad y evitar la pérdida de energía, dos pasos imprescindibles para luchar contra el cambio climático

Por Jaume Esteve

El cambio climático es la mayor preocupación para los habitantes del planeta, según un informe publicado por el Pew Research Center.En España ese desasosiego no es una excepción teniendo en cuenta que el pasado mes de julio fue el más caluroso de la historia desde que se tienen registros de las temperaturas, consecuencia directa del calentamiento global.

Los gobiernos de todo el planeta ya han puesto en marcha medidas para paliar el aumento de las temperaturas, como los acuerdos de Paris de 2015 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En nuestro país el Ejecutivo aprobó el pasado mes de febrero el anteproyecto de Ley de Cambio Climático para que en 2050 se logre una reducción de los gases de efecto invernadero de un 90% en comparación con las cifras de 1990.

Además de los grandes acuerdos globales, estatales o locales, nosotros también podemos poner nuestro granito de arena para ayudar a que el planeta sea un lugar más sostenible y no contribuir así a la aceleración del calentamiento global. Pequeños gestos que puedes realizar en casa, en tu oficina o incluso a la hora de desplazarte son suficientes para contribuir de manera individual a hacer frente al cambio climático.

Bombillas

Consejos para tu hogar

La temperatura y la iluminación de tu casa son dos apartados en los que puedes ahorrar energía de manera significativa siguiendo unos sencillos pasos. Tanto en invierno como en verano, mantener una temperatura estable en casa es esencial para no disparar la factura de la luz o el gas. En el hogar se recomienda siempre mantener unos 24 grados en verano y estar alrededor de los 20 en invierno y uno de los mejores métodos para conseguirlo es utilizar un termostato. Además, ¿sabías que una bomba de calor es el sistema más eficiente para calentar una casa en los meses más fríos? Este sistema fue elegido por Greenpeace en 2011 como el mejor sistema de calefacción debido a que su funcionamiento está basado en transportar calor en vez de generarlo. Además, a diferencia del gas natural -un combustible fósil-, la bomba necesita electricidad que, en algunos casos, puede llegar de energías renovables.

Con la iluminación podemos seguir dos consejos. El primero es aprovechar al máximo las horas de luz para no tener bombillas encendidas. De la misma manera, es esencial apagar aquellas que no estemos utilizando y, por norma general, no despilfarrar energía si no estamos en una habitación. Pero tanto o más importante es cambiar las bombillas tradicionales por led: son más caras pero, a la larga, consumen menos y duran más por lo que la inversión está justificada. El reciclaje es otro aspecto fundamental en el hogar. Tener una papelera que permita separar las basuras o varios cubos para hacerlo es una forma de que reciclar sea más sencillo y así puedas discriminar entre envases reciclables, de cristal, papeles y cartones, basura orgánica y el resto de desechos.

Las bolsas de plástico para ir a la compra son otro de esos pequeños detalles que podemos cambiar en nuestro día a día. Usar bolsas de tela es una solución a la hora de llevar la compra a casa. Y si queremos dar un salto e ir un poco más allá ya existen supermercados que venden bienes a granel, sin envases, y en los que se pueden llevar recipientes de cristal, por ejemplo, para reducir el impacto sobre el planeta.

Piensa dos veces si es necesario imprimir un documento, intenta hacerlo siempre a doble cara y recicla el papel

Por último, un clásico en cualquier hogar: eliminar el uso de la bañera y potenciar las duchas en casa así como mantener los grifos cerrados cuando no los estemos usando para que nuestro consumo de agua sea estrictamente el necesario.

También en el trabajo

Los entornos laborales también son susceptibles de adoptar pequeños cambios en nuestro día a día, especialmente para aquellas personas que trabajan en oficinas. Una de las principales es el consumo de papel: piensa dos veces si es necesario imprimir un documento, intenta hacerlo siempre a doble cara y sobre todo recicla el papel, con papeleras específicas para ello, una vez le hayas dado uso.

También suele ser habitual dejar muchos aparatos electrónicos encendidos. Ordenadores, televisores, monitores… Dejarlos en ‘standby’ no debería ser una opción. En el momento en el que acaba tu jornada deberías apagarlos para que no consuman energía.

Los acelerones y los frenazos aumentan el consumo de combustible

Un punto que también es esencial es el del consumo de luz: apagar las bombillas al salir de la oficina debería ser imperativo de la misma manera que no es necesario que todo el espacio de trabajo esté iluminado si algunos lugares (baños, despachos, salas de reuniones) no están ocupados en ese momento.

El hecho de que una oficina no sea tu hogar no implica que no se pueda decorar con plantas. No solo ayudarán a mejorar la decoración del lugar sino que tendrán un impacto positivo a la hora de eliminar elementos contaminantes que se puedan encontrar en el ambiente.

Los desplazamientos

Hoy en día ya puedes adoptar la principal medida para que moverte en coche sea lo más limpio y eficiente posible: pasarte al coche eléctrico. Pero no todo el mundo puede permitirse ese salto, ya sea por cuestiones económicas o incluso de infraestructuras, por lo que se pueden llevar a cabo otros pequeños gestos para que el consumo energético en el coche sea el menor posible.

Interior coche

Aunque no lo parezca, el estilo de conducción tiene un impacto en el consumo. Los acelerones, los frenazos bruscos o el hecho de no cambiar de marcha en el momento adecuado aumentarán el consumo de combustible de la misma manera que circular a altas velocidades por autovías y autopistas también tendrá un coste adicional.

Además, el aire acondicionado y la calefacción en el coche también tienen un peaje sobre el rendimiento por lo que es recomendable, siempre que el tiempo lo permita, bajar las ventanillas para ventilar el coche.

Aunque en este último punto hay que tener cuidado ya que las ventanillas bajadas a altas velocidades hacen que el viento entre en el habitáculo y reduzca la velocidad. Una buena norma a seguir es tenerlas cerradas a velocidades superiores a los 80-90 kilómetros por hora.