Coronavirus:

La carrera por aplanar la curva: del éxito de Corea al indicador italiano

La carrera por aplanar la curva: del éxito de Corea al indicador italiano

Las curvas epidemiológicas se han convertido en un indicador para estimar el impacto que tendrá el coronavirus en un futuro cercano y la posibles “vías" a seguir

Aplanar la curva. Se ha convertido en el principal caballo de batalla de la lucha mundial contra el Covid-19. Si durante los primeros días de la crisis del coronavirus el mundo estaba pendiente de las cifras de contagio que acumulaba cada país para medir su situación, ahora toda la atención se la llevan las curvas epidémicas de cada región.

El motivo es doble: es un indicador para estimar el impacto que tendrá el coronavirus en un futuro cercano y, sobre todo, es fundamental para comprender qué medidas están funcionando en cada país y, por tanto, qué 'vía' es la más recomendable a seguir. De la inicial inacción de Reino Unido al éxito de China o Corea del Sur, analizamos la evolución que ha tenido cada país con base en sus acciones para paliar la crisis.

La verticalidad que fue adoptando la curva española llevó al gobierno a tomar medidas drásticas el sábado 14 de marzo, sobre todo por la situación de Madrid: en dos días se duplicaron los casos en la comunidad, de 1.622 a 2.968. Desde entonces, los contagios diarios no pararon de subir hasta el dos de abril, cuando la línea empezó a aplanarse, más tarde respecto al inicio de los contagios que en otros países como China o Corea del Sur.

China y Corea del Sur, el final de la curva

Para cuando el gobierno presidido por Pedro Sánchez aprobó medidas drásticas como la restricción de movimientos, ya iba 11 días tarde respecto al momento en el que reaccionaron, con los mismos contagiados, China o Corea del Sur.

Cuando China se acercaba a los 500 contagios, decidió cerrar la ciudad de Wuhan, primer foco del virus. 48 horas después extendía el confinamiento a más regiones de la provincia de Hubei, y desde entonces ha limitado las concentraciones y suspendido las clases, con un claro resultado en su número de infectados. A la vez, Corea del Sur tomó la misma estrategia que su vecino asiático y, con 150 casos confirmados, el 21 de febrero cerró espacios públicos en Seúl y recomendó salir de casa solo para lo indispensable.

Los máximos de las curvas de China y Corea del Sur se registraron pasados los 10 días desde que se alcanzaron los 100 casos (excluyendo los dos días en los que se registraron 15.100 y 6.400 nuevos casos en China por un cambio metodológico). A partir de las dos semanas del brote, la curva de estos dos países empezó a reducirse paulatinamente, como puede verse en el gráfico, hasta aplanarse totalmente. En cambio, en España los nuevos casos siguieron aumentando exponencialmente hasta pasados 20 días desde el centenar de contagiados.

El indicador italiano

Italia es el país europeo en el que más pronto empezó a desarrollarse el brote de coronavirus y se convirtió en la avanzadilla de lo que les pasaría a otros después. La curva de España ha ido siguiendo sus pasos, aumentando sus casos diarios hasta pasadas tres semanas desde los cien casos, cuando también ha comenzado a aplanarse su pico.

El primer foco italiano tuvo lugar en Lombardía, razón por la que el Gobierno de Conte decidió primero cerrar sus establecimientos el 24 de febrero, cuando registraba 229 casos de contagios y siete muertes. Dos semanas después, el 9 de marzo, cerró todas sus fronteras. En esos momentos, ya tenía más de 9.100 personas infectadas de coronavirus y 463 fallecimientos.

Ahora mismo, los italianos se encuentran una semana por delante respecto de España, y toda Europa está pendiente de su evolución.

Francia y Alemania, en el retrovisor

Las curvas de Francia y Alemania han ido muy paralelas a la española, hasta que Alemania ha empezado a sobresalir al aumentar cada vez más sus casos diarios.

En Francia parece que las medidas implementadas para prevenir el contagio han funcionado mejor. Su primera restricción tuvo lugar el 9 de marzo, ocho días después de llegar a los 100 casos. Entonces Macron decidió prohibir las concentraciones de más de 1.000 personas y, desde ese momento, ha ido tomando más decisiones para limitar el contagio hasta decretar la cuarentena para todos los franceses el 16 y, un día después, cerrar sus fronteras.

Alemania, por su parte, tardó más tiempo en tomar medidas contundentes por la escasa tasa de letalidad que está registrando. Dos semanas después de superar los 100 casos, el 16 de marzo, Merkel cerró establecimientos y fronteras con sus vecinos. Sin embargo, su curva de contagiados se empezó a levantar a finales de marzo.

Sin medidas drásticas: EE UU, UK y Suiza

Como se preveía, la falta de medidas en EE UU ha acabado pasando factura a su curva, que empezó a subir a partir de las dos semanas desde los cien casos y no ha parado desde entonces. Estados Unidos registró por primera vez más de un millar de casos el día 13 desde el inicio del brote (recordemos que China y Corea del Sur alcanzaron sus máximos en este momento de la curva). Sin embargo, Donald Trump sigue sin decretar cuarentenas -ni siquiera para Nueva York, su principal foco- ni medidas más allá del distanciamiento social.

Reino Unido y Suiza también retrasaron la adopción de drásticas de contención. Hasta finales de marzo, Boris Johnson optó por el “efecto rebaño”: dejar que la enfermedad circule para crear inmunidad, anteponiendo así la gestión económica a la sanitaria en la crisis. Finalmente, tuvo que ordenar el confinamiento de la población inglesa el 24 de marzo.

Suiza, por su parte, optó por una cuarentena voluntaria, instando a la gente a no salir de casa pero sin prohibirlo. También han cerrado durante cinco semanas todos los establecimientos con la única excepción de farmacias, tiendas de alimentación y otros sitios de primera necesidad.

El curioso caso de Irán

Irán se ha convertido en la gran incógnita de los analistas. Hasta este momento, es el país que tiene la curva de nuevos casos diarios más extraña, aumentando considerablemente a partir del día 26 desde que se contabilizó el primer centenar, cuando parecía que el contagio ya estaba controlado.

A pesar de la preventiva reacción del gobierno iraní, que decidió cancelar las clases en varias provincias y ciudades, así como limitar los movimientos en todo el país a finales de febrero, cuando tan sólo contaba con 28 contagios y cinco muertos, se ha convertido en uno de los países más golpeados por el COVID-19 con más de 50.000 casos positivos y 3.000 fallecidos a fecha del 3 de abril.

En este gráfico podrá comparar la evolución de casos diarios de España respecto a otros países.