La misteriosa vida de Putin: amantes, hijas secretas y un Versalles clandestino

A lo largo de los años, las hipermasculinas sesiones de fotos publicitarias de Vladimir Putin –que le han mostrado paseando semidesnudo por la naturaleza siberiana, disfrutando de un viaje de pesca sin camiseta o dándose un baño en un lago helado– han triunfado repetidamente en internet y han sido fuente de memes y noticias jocosas, no como actualmente. El presidente ruso copa titulares por las implicaciones del conflicto Rusia-Ucrania. Esta madrugada, Rusia lanzaba un ataque a gran escala y, en el plazo aproximado de una hora, se han informado de los bombardeos a las ciudades de Kiev, Járkiv, Mariúpol, Kramatorsk y Odesa. Pero aunque el presidente del país más grande del mundo es ahora noticia más por lo bélico que por todas las veces que ha mostrado los músculos en público, a sus 69 años su vida personal sigue envuelta en tinieblas, siendo tabú hablar en Rusia de sus relaciones sentimentales.

Con la atención mundial situada en el conflicto que comienza entre Ucrania y Rusia y con una invasión de consecuencias imprevisibles, todos miran a Putin esperando su próximo movimiento. Mientras aguardamos más acontecimientos, echemos la vista atrás para saber más sobre el lado más desconocido de este antiguo espía de la KGB que aterrizaba en el Kremlin en 1999.

Entonces nadie imaginaba que permanecería tanto tiempo en el poder, pero más de dos décadas después parece dispuesto a superar en longevidad en el cargo incluso a Stalin a base de construirse una envidiable popularidad en su país. Eso no es obstáculo para que, a lo largo de los años, los periodistas rusos hayan visto sus carreras amenazadas y en algunos casos destruidas al intentar informar sobre la vida amorosa de Putin, su talón de Aquiles.

"Hasta la prensa de la oposición, que escribe regularmente sobre la corrupción en el círculo íntimo del presidente, ha sido cautelosa a la hora de escribir sobre las mujeres de Putin", publicaba el periódico 'The Spectator'. Incluso, a día de hoy, el número de hijos auténtico de Putin y su situación sentimental siguen siendo un completo misterio.

¿Qué sabemos realmente de la vida privada del hombre que ha estado dirigiendo la superpotencia mundial desde el cambio de milenio? Pues para empezar que a principios de los ochenta conocía a la que fue su primera mujer, Lyudmila Putina, una azafata de vuelo. "Comprendí que si no me casaba en dos o tres años, nunca lo haría. Aunque, por supuesto, había adquirido la costumbre de llevar una vida de soltero. Lyudmila me cambió", se podía leer en su biografía oficial.

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Se casaron en 1983 y tuvieron dos hijas: la mayor es una destacada científica que recientemente era elegida para liderar un nuevo instituto de investigación sobre inteligencia artificial en la Universidad de Moscú y la pequeña es matemática. Putin nunca se ha referido a ellas en público por su nombre y ambas han evitado llevar el apellido de su poderoso padre. "No quiero que crezcan para ser princesas", ha dicho sobre sus hijas en una de sus escasas declaraciones sobre ellas.

En 2013, justo tres décadas después de su matrimonio, los Putin anunciaban su separación. Los medios internacionales coinciden en que la creciente atención mundial sobre Putin incomodó a su esposa y rara vez se la vio en público hacia el final del matrimonio, lo que desató especulaciones sobre su ingreso en un convento.

Saltamos en el tiempo a 2020 cuando surgió la historia de un supuesto romance del político con una limpiadora convertida en multimillonaria. La plataforma de medios de comunicación rusos de investigación independiente Proekt publicaba que Putin había tenido una aventura con una mujer llamada Svetlana Krivonogikh durante su matrimonio con Putina y tras convertirse en presidente.

La web –bloqueada por el Gobierno poco después– también afirmaba que Putin había tenido con ella una hija que guardaba un gran parecido con su supuesto padre. Cuando se filtraron los Papeles de Panamá se descubrió que Krivonogikh había comprado un lujoso apartamento en Montecarlo valorado en 4 millones de dólares a través de una empresa fantasma en el extranjero y tanto ella como su hija publican a menudo imágenes de su glamurosa vida en las redes.

El último rumor sobre la vida amorosa de Putin es que mantienen una relación con la exgimnasta olímpica Alina Kabaeva. El mandatario ha negado tener un romance con la medallista de oro, aunque su rival político Alexei Navalny ha afirmado incluso que se habían casado. Tanto Putin como Kabaeva fueron vistos llevando anillos de boda en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 y ella fue elegida como portadora de la antorcha en la ceremonia de apertura. También se cree que ha podido tener con ella entre uno y tres hijos, algo que no se ha confirmado oficialmente.

También era Navalny el que el año pasado desvelaba otro de los grandes secretos de Putin: su palaciega fortaleza secreta. Calificada como el Versalles ruso, habría costado más de 1.100 millones de euros y habría sido entregada al presidente como un soborno. "Es la instalación más reservada y vigilada de Rusia, sin exagerar", se puede leer en la web Palace.navalny.com, donde se publicaban docenas de fotos de las instalaciones.

El opositor, actualmente en prisión, describe así el palacio: "Esta no es una casa de campo, no es una dacha, es una ciudad entera, un reino. Tiene vallas inexpugnables, su propio puerto, sus propios guardias, una iglesia, su propio control de acceso, una zona de exclusión aérea e incluso su propio puesto de control fronterizo. Es directamente un estado separado dentro de Rusia. Y en este estado hay un rey único e insustituible: Putin".