¿Tiene responsabilidad 'MasterChef' en el caso Verónica Forqué? "Deberían haber actuado"

“Mi cuerpo y el universo me estaban diciendo ‘necesitas parar”, fueron las últimas palabras que Verónica Forqué pronunció antes de abandonar ‘MasterChef Celebrity’. “La verdad es que estoy regular. Yo no soy de tirar la toalla, pero esta vez hay que ser humilde y decir: ‘No puedo más, tiro el delantal’. Si no puedo más, no puedo más”, espetó la actriz en sus últimos minutos en el programa.

El estado de salud de la actriz española ha sido objeto de debate por la audiencia desde que esta edición del ‘talent show’ culinario comenzase a emitirse en TVE. Por decirlo de otro modo, desde el inicio de emisión, la gente ya compartía en redes sociales mensajes como “Verónica Forqué no está bien”. Resulta curioso que el propio programa no tomase cartas en el asunto ante un problema que parecía evidente, incluso llegando a reconocer esta situación en el momento del abandono en su web: “Prioriza su salud mental y decide abandonar el concurso para cuidarse”.

Ya a finales de diciembre del 2020 —apenas cuatro meses antes de que se empezara a grabar esta edición del programa—, la actriz se sentaba en ‘Sábado deluxe’ a hablar de las depresiones que había sufrido, momentos en que pensó en quitarse la vida, el consumo de cannabis como vía de escape y lo afectada que estaba por la muerte de varios familiares. Aunque manifestó que ya se encontraba bien.

En las últimas horas, muchos señalan al programa por no actuar a tiempo ante una situación aparentemente visible, abriendo el debate de la responsabilidad de la televisión con la salud mental de sus participantes.

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Cómo debería haber actuado 'MasterChef'

El psicólogo Enrique García Huete explica a El Confidencial que el ‘talent show’ debería haber actuado cuando hubiesen visto que "hay una crisis, cuando el programa ve que el concursante está mal".

“Lo normal habría sido que hablara con ella un especialista en el momento que la viesen mal, no tendría que ser un psicólogo, también puede ser un médico. En ese momento, deben valorar si esa persona está en riego e, incluso, si es necesario aconsejarle que deje programa”, señala el experto, que lleva 21 años trabajando en ‘realities’ como asesor.

Al preguntarle al que fue máximo responsable del equipo de psicólogos de 'Gran Hermano' si el programa actuó bien, este responde: “Lo único que habría que decir es que cualquier producción donde la gente esté en convivencia necesita un apoyo psicológico mantenido. Y aquí no sé si lo han tenido”.

Este periódico se ha puesto en contacto con la productora de 'MasterChef' para saber si los concursantes han recibido atención psicológica a lo largo del programa, sin obtener respuesta.

La productora ha emitido un comunicado en el que manifiesta: "En MasterChef Celebrity el bienestar, la seguridad y el respeto por la privacidad de los concursantes es nuestra prioridad absoluta. Verónica decidió tanto comenzar como finalizar su participación en el programa cuando y como lo consideró, contando con nuestro continuo apoyo".

¿La cadena fue culpable?

Ante la pregunta de si la cadena fue culpable, el especialista lo tiene muy claro: “Nunca hay un comportamiento que dependa de una sola variable”.

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“Si esta mujer tenía ya sus alteraciones, ha manifestado que tenía depresión y luego durante el programa se le ha presionado… El ‘reality’ puede ser un factor más, pero no es el único que ha producido que esta gran mujer haya cometido suicidio”, sentencia el psicólogo.

Responsabilidad con la salud mental de los concursantes

Para el especialista, la responsabilidad de estos programas con la salud mental de sus concursantes pasa por un análisis previo de los mismos, un apoyo psicológico durante el desarrollo del concurso y un seguimiento una vez ya haya acabado. Aunque, en las ediciones de famosos de los 'realities', en muchas ocasiones solo se negocia el dinero que ganarán, sin entrar en su bienestar psicológico.

El experto, que recientemente ha trabajado en la selección de concursantes de ‘realities’ para una gran plataforma, cuenta el proceso que siguen para garantizar el bienestar de los participantes: “En primer lugar, se pasan cuestionarios de personalidad y vulnerabilidad, para saber de qué pie cojea una persona ante una situación de estrés o de presión. A partir de ahí, una entrevista en profundidad de una hora con el sujeto y las pruebas para ver la coherencia en su historia biográfica”.

“Luego, antes de entrar al programa, los últimos seleccionados tienen una nueva entrevista con su psicólogo para hacer una nueva alianza en la que el especialista trasmita: ‘Oye, te voy a estar apoyando todo el programa”, apunta Huete, al tiempo que aclara: “Apoyar no significa dar pautas de comportamiento, sino atender a sus emociones”.

Asimismo, señala que la responsabilidad de los programas pasa por que los concursantes estén atendidos durante todo el programa por un equipo de psicólogos, “haciendo alguna visita semanal o, si hay alguna cosa emergente, acudiendo en cualquier momento”.

Pero el cuidado de la salud mental de los participantes no debe terminar al tiempo que el ‘reality’, “cuando salen de la casa, se les atiende también, por el efecto que hayan tenido ante el espectador, si han caído bien o mal. Y se les prepara para vivir fuera”.

Además, cuenta que algunas productoras incluso contratan un seguro que proporciona a los concursantes ocho horas de seguimiento psicológico cuando han abandonado el programa, para la libre disposición de los concursantes.

“Todo esto es un proceso. Si se hubiera hecho de esta forma, se podría detectar cuándo una persona es vulnerable y, entonces, no se hubiese presionado tanto o se habría intervenido”, concluye Huete.