Rafa Nadal rompe el servicio de su rival en la primera ocasión de cada parcial y pone una ventaja en el marcador que con el paso de los demás juegos se demuestra insalvable. Ese primer martillazo marca el resto del juego, Tiafoe, pone en ocasiones a Nadal en situaciones adversas pero nunca termina de cazarlo. Él siempre se escabulle. Tras una hora y 47 minutos, no hay dudas, en semifinales está Nadal del Open de Australia (6-3, 6-4 y 6-2).