Así es vivir a bordo de uno de los portaaviones más grandes del mundo
Terminado de construir en 1996, el USS Harry S. Truman es el octavo de diez portaaviones de la clase Nimitz, construido por la Armada de Estados
No está muy claro si se está recostando, si llora ocultándose con los brazos o si simplemente quiere ver algo para lo que necesita tapar la luz del sol.
Un avión de combate F/A-18 despega (un poco inclinado) de la cubierta del Harry S. Truman en el Mediterráneo.
Un marinero observa con un par de prismáticos durante el atardecer desde el puente del portaaviones.
El comandante Higgins del escuadrón VFA-83, tambión conocidos como los 'rampagers', se prepara antes de partir a una misión.
El comandante Higgins sube por la escalera de su F/A-18 para instalarse en la cabida unos minutos antes de despegar.
Sorprende encontrar un puesto de Starbucks a bordo del portaaviones, con el eslogan "Servimos con orgullo".
Varios pilotos se entretienen con sus ordenadores en su habitación a bordo del barco.
Marineros usan los teléfonos del barco para mantenerse en contacto con sus familias, a las que no ven durante meses.
Un puesto de barbería mantiene la disciplina capilar entre los marineros y pilotos del Harry S. Truman.
En la barbería, un retrato del presidente de EEUU vigila los cortes de pelo desde la pared.
No todo iba a ser pilotar o disparar. Otras tareas menos emocionantes también requieren la atención de los soldados. En la imagen, uno de ellos trabaja en la lavandería del portaaviones.
Fotos para la posteridad son las que se hacen en este estudio montado a bordo del Harry S. Truman, en la que los tripulantes se toman esa ya icónica imagen con su uniforme y su... Un momento, ¿dónde está la bandera estadounidense?
Durante los duros meses en el mar, cualquier contacto o recuerdo de los que quedaron en tierra es bienvenido, incluido el correo, que se reparte a bordo.
Las cajas de correo llegan al portaaviones y allí se hace un reparto entre los cientos de tripulantes.
Un equipo de marineros engancha la munición a un avión de combate F/A-18 antes de una misión.
Un helicóptero descarga equipamiento sobre la cubierta del Harry S. Truman.
Es una buena forma de pasar el rato y no está de más cuando trabajas en el ejército. Varios soldados se ejercitan en el gimnasio del portaaviones.
Hombres y mujeres conviven a bordo del Harry S. Truman. En la foto, una marinera se ejercita.
A lo Rocky, un soldado se ejercita solo en uno de los hangares del portaaviones.
Qué apropiado: entre los objetos personales de los tripulantes, una botella de agua y un muñeco del Capitán América.
La pequeña clínica de a bordo se encarga de cuidar la salud de todos los tripulantes. En la imagen, una oficial se sienta en la consulta médica.
El servicio de cocina trabaja para alimentar a cientos de personas, que cada día forman pacientemente en filas para recibir su ración.
Peluquería, cafetería... y supermercado, dónde los marineros compran productos personales.
Dos pilotos charlan al pasar caminando ante los morros de los aviones de combate.
Tres miembros del Harry S. Truman esperan en la cubierta del portaaviones a recibir instrucciones durante unas maniobras.
En realidad, esta miembro de la tripulación no está haciendo el saludo militar, sino ajustándose los auriculares le protegen sus oídos del ruido de las máquinas.
Una cabeza de carnero disecada es objeto de decoración de los tripulantes. Es difícil elegir entre ambas gorras, así que han decidido dejarle puestas las dos.
Un libro religioso entre las posesiones de los tripulantes del Harry S. Truman.
Un avión Grumman E-2 Hawkeye de alerta temprana aterriza por la noche sobre la cubierta de Harry S. Truman.
Terminado de construir en 1996, el USS Harry S. Truman es el octavo de diez portaaviones de la clase Nimitz, construido por la Armada de Estados Unidos. Estos barcos de propulsión nuclear son los mayores y más potentes que existen, cada uno de los cuales está dotaco con entre 85 y 90 aviones y helicópteros de combate.
Pero además de poderosos recursos para el combate y la guerra, estos barcos son el hogar de cientos de militares que pasan en ellos varios meses al año, compaginando sus maniobras de guerra con un día a día tranquilo.
Pocas veces es posible mirar bajo la cubierta de un portaaviones de este tipo, y eso es precisamente lo que muestran estas fotos, publicadas por Reuters: el peculiar día a día de los habitantes del Harry S. Truman.
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