El Jueves Santo es el momento central de la Semana Santa y del año litúrgico, y para los creyentes es el día en que el hijo de Dios hecho hombre celebró la Eucaristía en la Última Cena donde anunció que uno de sus fieles apóstoles se traicionaría, se produjo el lavatorio de pies y se realizó la oración en el huerto.

De los tres momentos, destaca la presentación del Cuerpo y Sangre de Cristo ante los apóstoles en lo que fue la primera Eucaristía cristiana. En ciudades como Sevilla, Granada, Málaga, Zamora, Valladolid y León, la Semana Santa se vive con mucha intensidad.

Procesiones como 'La Madrugá' de Sevilla y 'La del silencio' de Zamora congregan a decenas de fieles en torno a tallas y pasos, entre inciensos y saetas. 

En Roma, el Papa ha lavado y besado los pies de doce presos de la cárcel de rebibbia, seis hombres y seis mujeres, entre ellos inmigrantes. 

En Filipinas, la Semana Santa se vive con mucha intensidad y algunos fieles se flagelan e incluso se crucifican. En Jersusalén, el recogimiento y el incienso llena las calles en estos días de recordatorio.

El Viernes Santo es el segundo día del llamado Triduo Pascual, el periodo durante el cual la liturgia católica conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. En concreto, el Viernes Santo se recuerda la muerte en la cruz del fundador del Cristianismo. No suenan campanas, no se toma la Eucaristía y se invita a los fieles al ayuno.

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