Pese al endurecimiento de las medidas antiinmigración endurecidas por la Administración Trump, más de mil personas se han puesto en marcha desde Honduras hacia el norte, con la intención de cruzar Centroamérica y llegar a EEUU. Entre ellos hay familias enteras y numerosos niños, que prefieren afrontar la dureza y los peligros del camino a seguir sufriendo la violencia y la pobreza que asola su país.