Pocos sucesos históricos han desatado tantas teorías de la conspiración como los atentados del 11-S. De todo lo que sucedió aquel día, el ataque contra el Pentágono es uno de los que más especulaciones provocó, debido, entre otras cosas, a la ausencia de imágenes: las autoridades requisaron el material filmado tanto por los reporteros y ciudadanos en el lugar como de las cámaras de seguridad.

Entre los escépticos sobresale por su popularidad el director de la Red Voltaire, Thierry Meyssan, que llegó a escribir un libro titulado "La gran impostura: Ningún avión se estrelló en el Pentágono". Su teoría es que el el 11-S fue en realidad una especie de golpe palaciego, y que lo que impactó en el edificio fue, en realidad, un misil estadounidense. Una teoría alimentada por el célebre video, tomado por una cámara de seguridad, en la que se ve la explosión pero no a la aeronave.

Ahora, el FBI ha desclasificado una veintena de fotografías que, seguramente, no acallarán totalmente las sospechas de muchos, pero contribuyen a ofrecer cierta luz a lo sucedido aquel día en la sede de las Fuerzas Armadas de EEUU.