Persiguen su sueño dentro de un cine abandonado en un barrio de La Habana (Cuba). Entrenan en unas instalaciones poco cuidadas y con agujeros en el techo que dejan el cielo al descubierto. Hay alumnos de todas las edades, pero la mayoría son niños que buscan un sustento económico haciendo carrera como artistas de circo.

Daniela Rodríguez, de 12 años, explica a Reuters que desde pequeña quería unirse al circo. Y, aunque al principio le daba "un poco de miedo", comenta que ya está acostumbrada a la altura y a los ejercicios que realiza en sus espectáculos.

Odelmi Hernández, profesora de 42 años, guía a sus estudiantes durante tres horas diarias en la escuela de La Habana, y les ayuda a "incorporarse socialmente", ya que muchos de ellos provienen de hogares sin recursos económicos.

En este álbum recogemos las mejores imágenes del fotógrafo Alexandre Meneghini en la escuela de circo de La Habana, que retratan a los niños entrenando y actuando en espectáculos.