Veinte años del CR-V, el todocamino de Honda
Honda fue una de las marcas pioneras en el desarrollo del concepto del vehículo todocamino. Con el CR-V de primera generación ofrecía un coche amplio con
La diferencia entre esta versión de acceso y la variante con tracciòn 4x4 es de 3.400 euros.
Tiene un buen maletero, fácil de cargar, y las versiones más completas tienen apertura eléctrica del portón. Lo tiene todo para disfrutar.
Si hacemos una conducción suave, la que pide realmente este modelo, estaremos en torno a los siete litros.
Su habitabilidad interior y sobre todo las plazas traseras son realmente generosas.
Los pasos de rueda protegidos, lo mismo que el frontal y la parte trasera, o las ruedas con un perfil alto le permiten alguna salida del asfalto.
Pese a sus dimensiones y peso elevado se mueve con bastante agilidad en carretera. El motor 1.5 es muy voluntarioso.
Es un vehículo fácil de conducir porque pesea tener un cambio manual nuestra unidad de pruebas, la posición de la palanca y su manejo son perfectos.
Tiene 4,60 metros de longitud, pero parece más grande por su estética. Además, su interior está muy bien aprovechado y es muy amplio.
Honda fue una de las marcas pioneras en el desarrollo del concepto del vehículo todocamino. Con el CR-V de primera generación ofrecía un coche amplio con el que se podía pensar en un fin de semana de pícnic. Para ello, en su maletero escondía una mesa plegable, en un modelo con una carrocería grande y cuadrada, con el estilo todocamino actual, y también un poco más alto de lo normal. Era el precursor del actual CR-V, una referencia en el segmento.
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