C4 Picasso, un español en familia
Citroën tiene un gran mercado en el mundo de los monovolúmenes con el C4 Picasso y su variante de 7 plazas, pero también en el de
Gracias a la nueva plataforma EMP2 del grupo PSA, este nuevo C4 Picasso es más ligero y más estable que su antecesor, además de más pequeño pero mucho más amplio por dentro. Una plataforma mágica.
Una posición al volante diferente, sin el cuadro de instrumentos delante y en el que los asientos no ofrecen una sujeción excesiva del cuerpo en zonas viradas.
Este C4 Picasso es un coche ideal para un uso muy familiar, que por sus dimensiones compactas puede usarse también para el uso diario sin problema.
El cuadro de instrumentos se sitúa en la parte central de la consola en la zona más alta. Ofrece mucha información, quizá demasiada para un usuario normal, pero se ven muy bien todos los datos.
La imagen de la cámara trasera se ve integrada en el propio cuadro de instrumentos al seleccionar la marcha atrás, como pueden ver en la foto. Una buena idea, sin duda.
Es un coche que ofrece un aspecto muy compacto, de ser un coche pequeño por fuera aunque luego sorprende todo lo que cabe dentro, sobre todo en su maletero.
Las tres plazas traseras del C4 Picasso son muy buenas porque se mueven mover de manera independiente, y eso le da muchas posibilidades de utilización.
La denominación de Picasso es un gran acierto por parte de la marca francesa, ya que tiene una gran imagen, y nunca mejor dicho, en recuerdo del genial pintor malagueño.
Aunque los motores diesel son de la familia BlueHDI y por ello muy ecológicos, esta versión con el motor de gasolina de 130 caballos es una muy buena alternativa para los que no hacen demasiados kilómetros.
Citroën tiene un gran mercado en el mundo de los monovolúmenes con el C4 Picasso y su variante de 7 plazas, pero también en el de los vehículos comerciales ligeros donde domina con claridad. Son, Picasso y Berlingo, los coches fabricados en Vigo.
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