Hitler, de icono del mal a mono de feria
La noticia artística de la semana es que alguien ha pagado 15 millones de euros (17,18 millones de dólares) por una estatua de Hitler arrodillado. La venta
Reuters
Una de las mejores novelas cómicas de los últimos años. Hitler, que no murió en el búnker, despierta 66 años después en un descampado berlinés. Al poco, se convierte en estrella televisiva gracias a lo bien que imita a... Adolf Hitler. La juerga, vaya.
'Black people are the future of the music'. Chocante imagen para publicitar un programa de radio de música negra.
Rasayana utilizó a un doble de Hitler con camisa medio hawaiana medio nazi para anunciar un te... antiestrés. Superen eso...
Rudolph Herzog, hijo del director Werner Herzog, analizó en este imprescindible ensayo la relación entre el humor y el Tercer Reich. O la alucinante historia de los cómicos que se burlaron de Hitler... delante de sus mismísimas narices.
Miguel Noguera, uno de los cómicos y dibujantes más peculiares surgidos en España en los últimos años, imaginó así una fuga imposible de Hitler tras la caída del Tercer Reich
Era la escena dramática clave del filme: un desaforado Hitler en el búnker. Pero, ¡ay!, el tiempo la convirtió en la mayor chufla digital de todos los tiempos. Los montajes con subtítulos de coña se cuentan por decenas (y algunos son hilarantes).
¿Que por qué es icónico este Hitler de cera? Porque un visitante le cortó la cabeza en un acto kitsch de justicia retrospectiva
'Fawlty Towers', legendaria sitcom británica setentera protagonizada por el Monty Python John Cleese, narraba las tribulaciones de un desbordado dueño de hotel rural. Escena clave: Cleese se pone tan nervioso intentando que ningún empleado del hotel "mencione la guerra" delante de unos turistas alemanes... que acababa realizando una disparatada imitación de Hitler frente a los horrorizados turistas teutones. Lagrimones de risa. El resto es historia viva de la memorabilia pop...
Cleese haciendo el paso de la oca... en una taza.
La noticia artística de la semana es que alguien ha pagado 15 millones de euros (17,18 millones de dólares) por una estatua de Hitler arrodillado.
La venta en subasta de la obra, del conocido artista italiano Maurizio Cattelan, ha vuelto a poner de actualidad un tema que nunca se pasa de moda: las extrañas relaciones entre Hitler y el pop, que basculan entre la denuncia y la banalización, la burla y la desmitificación.
Una relación marcada por a) obras como las de Cattelan y otros artistas que han representado al icono del mal del siglo XX, b) anuncios publicitarios provocadores -que una marca utilice a Hitler como imagen da idea del vaciado político de la figura del Führer a estas alturas de la posmodernidad-, y c) las aproximaciones cómicas al líder nazi (más o menos graciosas y más o menos críticas) en libros, películas y mundos digitales.
{{ totalrecords }} comentarios
{{ user.alias }}
{{ date }}