Estos son los 3 sencillos hábitos que triunfan en Japón para ser más felicles

La felicidad parece ser una de las búsquedas intrínsecas del ser humano. En ese sentido, la cultura del sol naciente, es decir, la tradición desde Japón, nos ofrece valiosas lecciones a través de tres hábitos arraigados en su cultura: el Shinrin-Yoku, el Ikigai y el Omotenashi. Y aunque los nombres sean impronunciables para todos aquellos que no sepan japonés, se trata de tres sencillas pautas físicas y morales que puedes incorporar a tu vida diaria.

Estas pautas, que bien se podrían definir como filosofía de vida, nos recuerdan la importancia de lo intangible: la conexión con la naturaleza, la búsqueda de un propósito significativo y la generosidad hacia los demás. Al adoptar estos principios en nuestras vidas diarias, podemos encontrar un camino hacia una felicidad más duradera y satisfactoria. Una elección fundamental si se tiene en cuenta que España es uno de los países que ocupa posiciones más altas en los rankings mundiales de estrés entre la población.

Tres hábitos saludables para cuerpo y mente

El Shinrin-Yoku, conocido también como baño de bosque, es un ritual japonés que abraza la conexión con la naturaleza. En una sociedad moderna marcada por la prisa, este hábito promueve la desaceleración y la inmersión en entornos naturales. Numerosos estudios respaldan sus beneficios para la salud mental, reduciendo el estrés y aumentando la sensación de bienestar. La práctica de Shinrin-Yoku no solo implica caminar en el bosque, sino también absorber la atmósfera, los sonidos y los aromas. Esta filosofía enseña la importancia de reconectar con la tierra para encontrar la paz interior.

Por su parte, el segundo de estos hábitos es el Ikigai, un concepto que fusiona las palabras "iki" (vida) y "gai" (realización) y que representa el propósito de la vida en la cultura japonesa. Por eso, descubrir tu Ikigai implica hallar la intersección entre lo que amas, lo que eres bueno haciendo, lo que el mundo necesita y lo que puedes ser remunerado por hacer. Este enfoque holístico hacia la autorrealización busca dar significado a cada día, fomentando una vida plena y satisfactoria. Así, el Ikigai es más que una ocupación; se podría considerar como la síntesis de la pasión y la contribución a algo más grande que uno mismo.

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En último lugar, el Omotenashi es otra joya cultural japonesa y se traduce como la hospitalidad sincera y sin reservas. Este hábito implica recibir a los demás con un espíritu de servicio y generosidad, buscando satisfacer sus necesidades incluso antes de que se expresen. Por todo esto, Omotenashi refleja una actitud de cuidado y respeto hacia los demás. Este enfoque de dar sin esperar nada a cambio fomenta conexiones más profundas y fortalece los lazos comunitarios, contribuyendo a una sensación general de satisfacción y armonía.

Además, los tres hábitos japoneses anteriormente mencionados no solo ofrecen un vistazo a la cultura de Japón, sino que también brindan valiosas lecciones para aquellos que buscan la felicidad en su propia vida. Incorporar Shinrin-Yoku puede significar dar un paso atrás, respirar profundo y apreciar la naturaleza que nos rodea. Descubrir nuestro Ikigai implica explorar nuestras pasiones, habilidades y cómo podemos contribuir al mundo. Practicar Omotenashi nos invita a ser más conscientes de los demás y a cultivar relaciones significativas.