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La dieta mediterránea hará que tu cerebro funcione bien más tiempo
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aceite de oliva y pescado, las claves

La dieta mediterránea hará que tu cerebro funcione bien más tiempo

Un gran estudio de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU ha descubierto que si queremos que nuestra capacidad mental no se vea deteriorada con el paso del tiempo, deberemos aumentar el consumo de verduras y pescado

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

La dieta es muy importante. Sí, somos conscientes de que hemos repetido esto decenas de veces pero, en ocasiones, tendemos a olvidar las verdaderas implicaciones de una buena alimentación en nuestra salud. Por una parte, están las deficiencias alimentarias, carencias nutricionales que provocan enfermedades. La más común es la anemia (debida a la falta de hierro), pero otras son también muy famosas como el escorbuto, provocado por la carencia de vitamina C y muy común entre los marineros de siglos pasados,

Pero en las últimas décadas, según hemos ido descubriendo más y más acerca de cómo funciona nuestro organismo, hemos aprendido que determinadas sustancias contenidas en los alimentos aportan un 'extra' a nuestra salud y que son capaces de combatir enfermedades. Uno de los ejemplos más claros de esto son los antioxidantes: compuestos químicos capaces de neutralizar las especies reactivas del oxígeno, conocidas como radicales libres, que son tan energéticas y reactivas que pueden alterar nuestro ADN, produciendo daños en él y empeorando nuestra salud hasta extremos terribles.

"A los 10 años, los sujetos que consumían más pescado tenían la menor tasa de declive mental"

Ahora, un grupo de investigadores de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU han publicado un artículo científico en el que detallan cómo la dieta, en concreto la mediterránea, afecta al declive de nuestras funciones mentales asociado a la edad. Los científicos aclaran que cuando se refieren a nuestra dieta (la mediterránea), se trata de una rica en vegetales, cereales integrales, pescado y aceite de oliva virgen extra.

Foto: La cecina puede ser responsable de sufrir trastorno bipolar. (iStock)

"No siempre prestamos atención a nuestra dieta. Debemos explorar cómo la nutrición afecta al cerebro y a la vista", explica la doctora Emily Chew, la autora principal del estudio. La mención que hace con respecto a la vista se basa en que los investigadores planean investigar, también, la relación de la dieta con el desarrollo de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una de las principales causas de pérdida de visión en la tercera edad.

Pero las repercusiones de la dieta han sido especialmente investigadas en el terreno de las capacidades mentales de los sujetos de estudio (4.000 personas). Basándose en dos otros trabajos, los 'Age-Related Eye Disease Study' (AREDS y AREDS2), los investigadores asociaron el desarrollo de afecciones mentales a las dietas que los pacientes seguían. En concreto, se evaluaron estos datos (la función cognitiva del grupo de estudio) en el momento del inicio del estudio, a los dos años, a los cuatro y a los 10. Además, cada año se sometía a los sujetos de estudio a un exhaustivo cuestionario sobre su tipo de alimentación y cómo esta era (o no) similar a la dieta mediterránea ideal.

Los resultados

Una vez más, y como era de esperar, la dieta mediterránea parece haber salvado el día. Aquellos participantes cuya alimentación se parecía más a este tipo de régimen tenían un menor riesgo de sufrir pérdidas de sus habilidades mentales según iban pasando los años. El consumo elevado de pescado y de verduras se identificó como el principal factor de protección para el cerebro de los participantes. "A los 10 años, los sujetos que consumían más pescado tenían la menor tasa de declive mental", explican los investigadores.

En efecto, sacar el recetario típico español (o el griego o italiano) y utilizarlo para nuestra alimentación diaria puede suponer el mayor favor que le vamos a hacer a nuestro cerebro. Y lo mejor de todo es que ya sabemos que, en términos de sabor, es prácticamente insuperable.

La dieta es muy importante. Sí, somos conscientes de que hemos repetido esto decenas de veces pero, en ocasiones, tendemos a olvidar las verdaderas implicaciones de una buena alimentación en nuestra salud. Por una parte, están las deficiencias alimentarias, carencias nutricionales que provocan enfermedades. La más común es la anemia (debida a la falta de hierro), pero otras son también muy famosas como el escorbuto, provocado por la carencia de vitamina C y muy común entre los marineros de siglos pasados,

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