Nos vamos de 'lunch' con una sonriente (pero silenciosa) Paula Echevarría

Este martes, Paula Echevarría volvía al ruedo publicitario. Y no hay que olvidar que este era un ruedo muy especial, ya que la última vez que estuvo en un acto patrocinado por Samsung dio mucho que hablar su definición de las 'Smart Girls'. En el 'photocall' que precedió al 'lunch' que se celebró entre periodistas y amigos, la actriz de 'Velvet' volvió a contestar las preguntas de rigor sobre Bustamante.

Solo que esta vez parecía la cantante que no quiere entonar, por enésima vez, la misma canción. Aburrida y algo desganada con el tema, ella misma parecía consciente de su omnipresencia mediática, multiplicada por las respuestas sobre el cese de su convivencia con David Bustamante. "Yo creo que la gente ya vomita cuando escucha hablar de nosotros", sentenció.

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Apenas un par de horas más tarde, la actriz volvía a ser la embajadora de la edición limitada de su teléfono favorito en el mencionado 'lunch' que se celebró en la boutique de Cristina Oria, situada en uno de los barrios más emblemáticos de Madrid. Encantadora, cortés y nada distante, atendía a amigos y periodistas mientras sonaba la música de la cantautora Bely Basarte, otra de las imágenes de la firma.

Vestida de blanco por obra y gracia de un modelo de Elisabetta Franchi, la protagonista de 'Velvet' mostró la cara que mejor sabe mostrar: la más cercana. "No esperaba periodistas aquí", comentaba una de las jóvenes que, teléfono en mano, se acercó a ella para conseguir un preciado 'selfie'.

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No hubo ni un solo invitado al que le negase una foto, por cierto. Además de no tener ningún tipo de problema a la hora de dejarse retratar, en posar para nosotros o para otros medios, tampoco lo tuvo para contestar a preguntas sobre su indumentaria. Escuetas pero directas, sus respuestas fueron rotundas. "Cada uno sabe lo que hace", comentó a este medio refiriéndose a aquellos que informan puntualmente de su día a día.

Algo que, a la vista de su espectacular figura, del carisma que derrocha en cada presentación y de la propia fotonovela en la que se ha convertido su vida, parece imposible evitar. La actriz sabe capear las miradas indiscretas, es franca y cariñosa cuando la ocasión lo requiere (llenó de abrazos a muchos de los amigos presentes) y es muy consciente de que la simpatía y el don de gentes forman parte de su profesión.

Últimamente han sido noticia el destino de su hija Daniella el día de Nochebuena o el terreno que se ha comprado con la intención de mudarse próximamente, lo cual certifica más que nunca el alejamiento de su marido. Unas horas antes de este relajado 'lunch', ella misma había dejado claro que el tema de con quién pasase la Navidad su pequeña era "algo privado" e instaba a la prensa a "no creer" todo lo que leían.

Esa impronta de chica con carácter volvía a demostrar, una vez más, que la definición de 'smart girl' va con ella. Eso sí, sin perder jamás la sonrisa y actuando siempr como una auténtica profesional, como una estrella (y no hay duda de que ella lo es) que sabe utilizar a su favor esa simpatía con atisbos de ironía ante aquellos que la juzgan mediáticamente. Este martes, entre teléfonos inteligentes y periodistas curiosos, sacó esa ironía a pasear en más de una ocasión. Y, francamente, ni la mismísima Joan Crawford lo hubiese hecho mejor.