Restaurantes en los que celebrar el Día de la Madre (y acertar)

Jamás en la vida encontraréis ternura mejor y más desinteresada que la de vuestra madre. Lo dijo Balzac allá por el siglo XIX y sigue y seguirá vigente siempre. Madre no hay más que una y si somos afortunados y tenemos a la nuestra cerca, no podemos dejar pasar su día sin pena ni gloria. Qué mejor que rendirle un buen homenaje y salir a celebrarlo comiendo fuera de casa. Si lo tenemos ya claro, solo falta decidir el restaurante adecuado. Los que os proponemos ofrecen propuestas diferentes (y también para distintos presupuestos) con el fin de que elijáis el que mejor se adapte a vuestros gustos. Eso sí, todos tienen algo en común: en ellos el éxito está asegurado.

La Cocina de San Antón

Un plan en pleno centro de Madrid, en el barrio de Chueca; o mejor dicho, en sus alturas, porque este local se encuentra en la azotea del Mercado de San Antón (C/ Augusto Figueroa, 24) y tiene una terraza de lo más coqueta. En cuanto a su oferta gastronómica, abarca desde platos españoles bien conocidos por todos (como los ibéricos, el salmorejo o unos torreznos sorianos) a los más exóticos, entre los que destacan el poke hawaiano de atún con algas y arroz, y el tataki de panceta a baja temperatura sobre quinoa especiada y salsa yakiniku. Un plus: las madres que vayan a comer o a cenar el domingo serán obsequiadas con una masterclass de mojitos, que se impartirá en otra fecha en la terraza.

Diurno

¿Un menú pensado especialmente por el chef Luis Miguel Moreno para que las madres lo gocen? Sí, existe, lleva el nombre de Marieta y podrá degustarse el domingo en este restaurante del centro (C/ San Marcos, 37). Tiene distintas opciones, esta es una de ellas: comienza con unos crujientes de ensaladilla rusa de bonito del norte, continúa con lomo de salmón asado, pak choi y trigueros aliñados; sigue la pechuga de pollo campero marinada en mojo picón, acompañada de cuscús y puré de calabaza y coco. ¿Y de postre? Milhojas crujientes con mousse de fruta de la pasión y frambuesas. Incluye una botella de vino blanco Marieta de Martín Codax y el precio del menú por persona es de 25 euros.

Toque de sal

Su decoración chic y acogedora invita a sentarse a una de sus mesas y a dejarse llevar por la cocina de mercado de su carta. Esta no es muy extensa, pero tiene de todo, aunque parezca contradictorio: ensaladas (de perdiz en escabeche, de tomate, quinoa y ventresca...), carnes (su steak tartar tiene fama), pescados (rape a la mantequilla, canelones de cabracho...) y platos para compartir, como los chupa chups de codorniz con salsa pekín o los rollitos de pato fisgón. En cuanto a los postres, merece la pena probar la mousse de chocolate... al toque de sal. El restaurante se encuentra en la calle gastronómica de moda en Madrid, Ponzano, en el número 46.

Casa Narcisa

El restaurante lleva el nombre de la madre del fundador de su propietario, lo que ya hace que en este día tenga algo de especial. Se ubica en un exclusivo edificio de tres plantas con vistas a la Castellana (está en el número 254 del paseo) y tiene una terraza perfecta para disfrutarla en primavera. En cuanto a su carta, su punto fuerte son las piezas nobles de vacuno a la parrilla de carbón de encina, especialmente el chuletón y el entrecot. También a la parrilla se cocinan aquí el pulpo gallego, el bacalao, el rape de barriga negra y las verduras de temporada. Si mamá prefiere un guiso de toda la vida, el rabo de toro estofado, las albóndigas o los callos a la asturiana son buenas opciones.

Mawey Taco Bar

Una idea más desenfadada, para las que se animan a descubrir sabores sin temor a mancharse las manos comiendo. Esta taquería moderna cuenta con dos locales en la capital, uno en la C/ San Bernardo, 5 y el otro en C/ Olid, 6. En ellos encontraréis distintas variedades de tacos de autor: el gobernador con queso oaxaca y polvo de kikos, el campechano de rubia gallega con tres chiles y piparras; o el de chorizo mexicano, crema de queso y epazote fresco (el de la foto). ¿Mejor un taco de pescado? En este caso, podemos optar por el Tikin-Xic de pez mantequilla con salsa de chile de árbol. Ya que estamos arriesgando, por qué no acompañar esta comida mexicana con un buen cóctel. Siempre podemos pedir una michelada o un margarita, si bien el que se está haciendo más popular es La Paloma, que se elabora con tequila, zumo de lima, zumo de pomelo y sal negra.

Mentidero de la Villa

Elegante a más no poder, en la C/ Almagro, 20 encontramos este restaurante señorial, perfecto para las madres más clásicas. Su cocina es eminentemente mediterránea. Entre sus entrantes, además de sus croquetas cremosas y de sus espárragos blancos al carbón con papada ibérica, tenemos unos canelones de langostino con crema de gamba y unos raviolis con burrata, boletus y foie. De la lonja llega el pez mantequilla, el atún rojo elaborado de distintas maneras o los chipirones. Y para los más carnívoros, el steak tartar (que también presentan en distintas variedades), el solomillo de ternera al carbón de leña o el codiciado wagyu, laminado a la brasa. ¿Un postre para terminar la comida con toda la clase del mundo? Nada mejor que su crème brûlée...