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El 'Blablacar de la comida' va a causar una revolución en el sector
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NUEVOS NEGOCIOS

El 'Blablacar de la comida' va a causar una revolución en el sector

Linkinfood nace siguiendo los principios de la economía colaborativa como el servicio de transporte, pero con el foco en la comida que preparan cocineros particulares

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Para algunos cocinar es coser y cantar. Tanto es así que acaban teniendo a rebosar los estantes de la nevera con fiambreras de comida preparada por ellos; sin embargo, para otros es una tarea a la que difícilmente encuentran hueco en su ajetreada agenda o –simplemente– los fogones son territorio comanche. No pasa nada, porque para ambos surge Linkinfood, que traslada al sector de la comida el concepto de economía compartida.

Linkinfood es un proyecto que abandera Darío Carrasco, un malagueño muy avispado que acostumbraba a llevarse a casa la comida sobrante de su madre después de comer con ella. Pero un buen día se mudó al otro extremo de Málaga y esta práctica empezó a no ser posible. Así, gestó la idea de una plataforma que contactara a personas que cocinan con otras que quieren llevarse a la boca platos caseros recién hechos. Ese fue el germen de este nuevo negocio que acaba de empezar a echar a andar con el regreso a las aulas de los universitarios y la vuelta laboral de muchos.

Compartir los gastos de la comida

Según explican en su web, Linkinfood nace de la “necesidad de ayudar a las personas a compartir gastos en algo tan básico como es comer, una necesidad que todos tenemos y a diario”. Carrasco tira de analogía para ilustrar un poco más acerca de la naturaleza de su empresa. En concreto, su creador establece similitudes con BlaBlaCar, pero en el sector de las comidas. Además, considera que muchos universitarios podrían beneficiarse de Linkinfood, pues no suelen “tener tiempo o no quieren cocinar” y esta opción les permite comer de forma casera sin que ello suponga un roto en su bolsillo. Por supuesto, también cuenta con convencidos entre los trabajadores pues cada día se registran entre 20 y 30 nuevas personas de este sector cada día.

La plataforma ya cuenta con 1.000 cocineros registrados y aspira a llegar a los 2.000 en octubre

Parece que todo va viento en popa pues la plataforma cuenta con cerca de 1.000 cocineros registrados, pero su expectativa es llegar a los 2.000 cocineros en octubre. ¿Lo lograrán? Ya ha empezado la cuenta atrás, pero vamos a ver cómo funciona Linkinfood.

Cocina, comparte y come

Uno de los pilares básicos de Linkinfood son los cocineros, quienes tras registrarse y configurar su perfil, con una breve descripción, deben añadir en un panel público los platos que ofrecen. Para informar cumplidamente a los posibles interesados han de incluir una imagen, una explicación detallada de los ingredientes, los días de la semana en que se encuentra disponible el plato, así como las raciones que se pueden solicitar.

Si se tiene la suerte de vivir calle con calle o tener la oficina cerca, perfecto, pues el comensal puede acudir a por el plato a la residencia del cocinero. Por supuesto, también cabe la posibilidad de que el 'cocinillas' se desplace hasta la zona indicada por el cliente, en una determinada franja horaria y siempre que el comensal esté dispuesto a asumir el coste del viaje.

Por su parte, los usuarios también deben registrarse en la plataforma y, desde su panel, buscar la comida disponible en la zona que deseen. Todos los envases deben ir cerrados y en perfectas condiciones. Asimismo, se entregan con cuchillo, tenedor, cuchara, servilleta y bolsa para que el comensal no tenga que preocuparse de nada.

En cuanto a la forma de pago, no se abona en metálico, pues se ha habilitado un sistema que permite pagar con tarjeta de crédito en la cuenta personal de Linkinfood. Posteriormente el cocinero recibirá el dinero en su cuenta bancaria. Según explican, de esta forma “evitan posibles impagos o que surjan los típicos problemas con el cambio".

Otro de los filones de Linkinfood es que podemos consultar tanto la opinión como las valoraciones que un cocinero haya obtenido. Eso sí, desde la plataforma piden que las opiniones sean honestas. ¿Y es tan económico como lo pintan? Pues parece que sí, porque ¿dónde se puede conseguir comida casera a un precio máximo de tres euros?

¿Qué pasa con la seguridad alimentaria?

Según explica a Alimente el fundador de la empresa, "se trata de una economía colaborativa donde cada participante sabe a qué se expone. Es como el que decide subirse a un coche compartido. Decide libremente cada uno sin que rija un organismo. Los envases cuentan con pegatinas que informan sobre cuándo se ha elaborado esa comida o cuándo se ha congelado. Funciona a modo de control entre cocinero y usuario".

A este respecto, desde Linkinfood explican ciertas pautas para un correcto cocinado de la materia prima e incluso animan a sus 'cocineros' a obtener el carné de manipulador de alimentos, pues se requiere esta acreditación para poder inscribirse en la plataforma. Asimismo, realizan un recordatorio a los cocineros acerca de puntos tan importantes sobre cómo se puede evitar la contaminación cruzada entre alimentos y la importancia de mantener el lugar donde se cocina correctamente limpio y ordenado.

También incluyen pautas para el caso de los alérgenos. Así, a los cocineros les piden que guarden aquellos ingredientes o alimentos que posiblemente contengan alérgenos en recipientes cerrados correctamente, además de etiquetarlos para evitar confusiones. Por supuesto, el comensal puede especificar qué clase de menú desea, con gluten, sin gluten, gourmet (con mejores materias primas), recién hecho o congelado.

La pretensión de esta empresa, tal y como reconocen en su web, es “extender y promover este gran proyecto a nivel mundial”. “El objetivo es introducir un nuevo concepto de comer, queremos que todas las personas puedan comer de una forma saludable y a buen precio”, aseguran.

Para algunos cocinar es coser y cantar. Tanto es así que acaban teniendo a rebosar los estantes de la nevera con fiambreras de comida preparada por ellos; sin embargo, para otros es una tarea a la que difícilmente encuentran hueco en su ajetreada agenda o –simplemente– los fogones son territorio comanche. No pasa nada, porque para ambos surge Linkinfood, que traslada al sector de la comida el concepto de economía compartida.

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