Tita Cervera celebra un 75 cumpleaños íntimo en el restaurante de moda

Carmen Cervera cumplió 75 años el pasado lunes. Al ser una cifra redonda, amigos y conocidos pensaban que lo celebraría por todo lo alto con una fiesta en su casa de La Moraleja. Se acercaba el día y el tarjetón no llegaba al domicilio de sus amistades y la llamada de teléfono anunciando la reunión tampoco.

Ni en San Feliú, ni en Andorra, su residencia fiscal y donde viven sus hijas Carmen y Sabina, había movimientos (servicio y mobiliario de catering) que hicieran pensar que se preparaba una recepción. Y, efectivamente, la realidad fue que la baronesa no quiso organizar nada espectacular para sus 75 primaveras. Y tampoco su familia le montó una fiesta sorpresa.

Lo que hizo fue reservar ese lunes una mesa para cuatro en el restaurante Amazónico, uno de los locales de moda de Madrid. Sus acompañantes eran su hijo Borja, que fue sin su mujer, Blanca Cuesta, Manolo Segura, el pintor y amigo incondicional Antonio Salcedo y nadie más. Esa noche no hubo regalos y tampoco tarta con velas. En cambio, sí llegaron durante el día a su domicilio numerosas cestas y ramos de flores. Los que la conocen y tratan aseguran que al tener varios frentes abiertos le cuesta relajarse y por eso prefirió una reunión más íntima.

No ha solucionado aún el acuerdo con el Ministerio de Cultura para el alquiler por diez años de su colección, cuyo plazo finaliza en julio. Está preocupada por los problemas de Borja con Hacienda y la petición del fiscal de dos años de cárcel para su primogénito. Cuentan que hace meses hubo una reunión informal de Tita con Mariano Rajoy para tratar todos estos temas.

La liquidez y la baronesa

Otra de las cuestiones que le quita el sueño es la falta de liquidez. Sus gastos mensuales son altísimos. Cuatro casas abiertas (Madrid, Marbella, San Feliú y Andorra) con su correspondiente servicio más su seguridad personal. A esto hay que añadir el mantenimiento del yate Mata Mua. Lo quiso poner a la venta, pero al no haber comprador retiró la oferta. Podría vender más cuadros, pero este sistema recaudatorio tampoco es el mejor. Las tasaciones bajan cuando los compradores conocen las necesidades.

TE PUEDE INTERESAR

Encontramos las siete casas de Borja Thyssen que no están a su nombre

Ana Sánchez Juárez

Aunque vengan mal dadas, la baronesa no pierde el sentido del humor. Dos días después de su cumpleaños, acudió al Teatro Real invitada por la asociación de editores de revistas españolas ARI, que entregaba sus premios. Una vez que terminó el acto, Torito, el reportero de Telecinco, le hizo entrega de un bote de crema igual al que robó Cristina Cifuentes. Un regalo que Tita agradeció con una sonrisa al tiempo que comentaba: "Pues qué bien. Me encantan las cremas".

Tal vez la causa del buen humor de Tita es que la relación con su hijo Borja es ahora muy buena.

Pincha sobre la foto inferior para ver las 10 fotografías más icónicas en la vida de la baronesa Thyssen.