La Única, uno de los conceptos más cool de México, aterriza en Madrid

Una sola frase define a la perfección este espacio: “un lugar para dejarse sorprender”. Así define Andrés Madrigal, al frente de los fogones de La Única, este nuevo restaurante en el que se ha embarcado de forma permanente tras colaboraciones y asesorías varias en los últimos años.

“Buscábamos el mestizaje de dos culturas-continúa-cuya gastronomía es patrimonio mundial: la mexicana y la mediterránea”. Y lo consigue, aunque esto no es un restaurante gastronómico, es un plan, un muy buen plan. Abstenerse puristas y bienvenidos cazadores de tendencias de pico fino. Eso sí, prepara la agenda, como hiciste con las direcciones de parada obligatoria de Eugenia Silva o de Saúl Craviotto y apunta esta recomendación.

En La Única se come muy bien, pero a La Única no se va a vivir una experiencia culinaria “per se”, a pesar de tener a un cocinero de nombre detrás, o no exclusivamente a eso. El precioso diseño interior de Alejandra Pombo recuerda a la madera, a las brasas y a la calidez del fuego y da un empaque sofisticado a una dirección cuyas mesas, elegantemente vestidas, ya están abarrotadas.

Esto, junto a su barra de bienvenida, la colección de tequilas que lucen sus paredes, el buen ambiente y hasta un DJ vespertino anticipan ya esa mezcla España-México que promete más allá de sus platos, que también. Aquí uno viene a pasarlo en grande.

En la carta, que cambiará muy a menudo según nos adelanta el chef, con el objetivo de mostrar recetas de ambas latitudes no tan conocidas para el gran público, los tacos son centrales y perfectos para empezar compartiendo. Hay una decena de alternativas y brillan sobre todo los de huevos rotos en homenaje a Casa Lucio, curiosísimos y muy apetecibles (20 euros).

Quesadillas o una particular versión del taco gobernador a la brasa (22 euros) comparten apartado. La brasa es clave, se percibe al leer el menú y al mirar hacia la cocina vista. El chicharrón de solomillo con guacamole y tortillas es un hit (22 euros) como lo puede ser cualquiera de sus pescados, carnes y verduras que siguen esta técnica de cocinado. La lubina de estero a la talla, también para repartirse entre varios, hasta 3 o 4 (95 euros), es exquisita y hace dudar frente al lenguado negro del mar Cantábrico a la veracruzana (45 euros), por ejemplo.

Buenos cortes carnívoros continúan la lista. Llama la atención, en especial, el pato azulón con mole poblano (30 euros) continuando con la llamativa fusión de sabores. De la huerta merecen la pena alternativas como el puerro y cebolletas asadas con demi-glace de chile habanero (9 euros) o la coliflor asada con mayonesa de chiles en vinagre (15 euros). Se pueden pedir como plato o bien como guarniciones más pequeñas para acompañar un principal.

Marida de cine la lista de vinos, en la que Andrés Madrigal pone el acento, a modo didáctico, en una selección de etiquetas de México muy poco conocidas aquí y que serán interesantísimas para quien quiera profundizar. Concluir con un tiramisú de dulce de leche, mezcal, chantilly de mango y helado de chocolate, ligero aunque no lo parezca, es obligatorio (12 euros).

Y con un cocktail, claro que sí, porque la oferta de destilados y combinados tampoco defrauda e invita a alargar la sobremesa en las tardes o en las noches. Los vecinos del barrio de Salamanca ya se lo saben. Así que no tardará en convertirse en un básico de Carmen Lomana.

A pesar de un precio muy por encima de la media, todo sea dicho, aunque no lejos de la línea que van marcando los sitios más concurridos del centro de Madrid, el buen rollo se contagia y lo encontrarás a tope, probablemente, cualquier día de la semana. La Única sigue la estela de “place to be” de sus hermanos mayores en México y en Colombia. Ha llegado para quedarse.

LA ÚNICA MADRID

C/ Claudio Coello. 10. Madrid. Horario: de lunes a domingo de 13 a 2 h

Precio medio: 55 euros

Teléfono: 918 33 42 55

www.launicamad.com